32. Graduación

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Las semanas pasaron volando y, sin verlo venir, nos encontrábamos a una semana de empezar los exámenes finales. James y Fred estaban ocupadísimos estudiando sus EXTASIS y, por otro lado, Scorpius, Rose y Albus estaban igual con los TIMO.

La relación entre James y Alice iba viento en popa: ambos se querían un montón, se cuidaban y mimaban lejos de los ojos externos de los demás. Hugo y yo les ayudábamos con las excusas para que pudieran quedarse solos y, durante los últimos dos meses, James, Louis y Fred nos acompañaron cada fin de semana a la biblioteca, cosa que alegraba notoriamente a la rubia.

Por otro lado, Hugo había roto definitivamente con Angelica, la cual era, según Hugo, demasiado posesiva y demandante con la relación (termino que al pelirrojo no le hacía ninguna gracia). Por esa razón, debido a mis escapadas con Scorpius y las de Alice con mi hermano mayor, nuestro mejor amigo se empezó a juntar con los hermanos Scamander haciéndome sumamente feliz al tenerlos tan cerca.

Scorpius y yo nos veíamos a solas cada dos semanas; seguíamos con nuestro juego estúpido de las preguntas permitiéndonos conocer mucho más. Para mi sorpresa, él chico nunca me pidió más besos de los pocos que nos dábamos, problema que me preocupaba al principio, aunque poco a poco se fue desvaneciendo de mi cabeza, haciéndome sentir mucho más tranquila cuando estaba con el rubio platino.

- Sabes, Lil' – me dijo Lorcan a la oreja sentados en el gran comedor junto a Hugo y Alice. – Me gusta la cara que pone Scorpius cuando estoy tan cerca de ti – sonrió. Miré la mesa de las serpientes viendo como el susodicho miraba con los ojos entrecerrados a mi amigo. 

- Eres mi amigo, Lorcan – le ofrecí una sonrisa sincera. – Si no le gusta que esté con mis amigos, tiene un problema grande.

- Es un celoso – dijo con una sonrisa maliciosa.

- ¿Qué susurráis? – la voz de Louis detrás de nosotros me hizo dar un respingo.

- Le contaba a Lily que Scorpius se pone celoso cuando estoy cerca – rio.

- ¿Es celoso? - preguntó Louis mirando con una gran sonrisa a Scorpius mientras se sentaba. - No me gustan los celosos para ti, pequeña.

- A mí no me gusta que me digan lo que tengo que hacer - sonreí.

- Touché. Por cierto, quería contarte algo – dijo con una sonrisa. – Quiero enviarle una lechuza a tu madre para preguntarle si puedo pasar las vacaciones de verano en vuestra casa – lo miré con los ojos bien abiertos.

- ¿Volverás a pasar las vacaciones con ellos? – la voz de Scorpius se hizo presente detrás de mí.

- Eso parece - respondí ofreciéndole una sonrisa. - ¿Cómo has llegado tan deprisa desde tu mesa?

- James y Albus me han dicho que no les importa - siguió Louis sin dejar hablar a Malfoy. - Papá trabaja, como ya sabes, y después de oír lo que le dijo maman a Dom, no quiero verla – bajó los hombros.

- Traigo pergamino, pluma y tinta en la maleta; ¿quieres que la escribamos ahora? – pregunté con una sonrisa. – Yo también necesito enviar una carta.

- ¿A quién? – preguntó Lorcan.

- Al sanador Wrif.

- ¿Te encuentras bien? – preguntaron los tres chicos al unisón.

- Sí, perfectamente, - sonreí - pero quiero contarle lo que ocurrió en Hogsmeade. Necesito respuestas, ya que no he encontrado nada en los libros.

- Perfecto, pues – Louis se fregó las manos. - ¿Empezamos?

- Sí – sonreí.

- Yo me iré al baño, chicos – Lorcan me dio un beso en la mejilla oyendo el suspiro de Scorpius. – Tranquilo, escorpión, no pretendo quitarte a la chica; como mucho será Lily quién se quedará sin pareja. 

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