9. La preparación

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POV Lily Luna Potter:

Las clases por fin habían terminado y todos habíamos resultado airosos de los exámenes. 

James y Fred estaban expectantes por la llegada de las notas sus TIMO, haciendo que sus nervios fueran palpables. Lucy también esperaba los resultados de los EXTASIS; ella estaba mucho más tranquila, era una chica lista y estaba segura que le habían ido bien.

Por otra parte, James había llevado a Gryffindor a la victoria de la copa de quidditch. Estábamos todos impresionados; tres años consecutivos sin ganarla y, gracias a él y un partido muy muy reñido contra Ravenclaw, pudimos alzar la copa con orgullo. 

Habían pasado muchas cosas desde ese día en la enfermería, demasiadas a mi pesar, haciendo que el tiempo pasara a la velocidad de la luz. 

El juicio contra Victoire había llegado.

Se había aplazado numerosas veces durante las dos últimas semanas a petición de los profesores de Hogwarts y los padres de los menores que estuvieron ese día allí, ya que querían que termináramos el año escolar sin más distracciones de las necesarias.

Según había entendido, además de mi abogado, el de Ted (el cual compartíamos) y el de Victoire, el Ministerio de Magia tenía la obligación de poner a otros profesionales (el tribunal de Wizengamot) cuando se trataban casos de magia oscura. 

Solamente con leer la denuncia, Victoire se enfrentaba a 5 años en la prisión de Azkaban por la utilización de magia negra contra otra persona sin su consentimiento, a petición del tribunal de Wizengamot, y dos años más, posteriores a la salida, de beneficios a la comunidad mágica por parte de nuestro abogado.

- Lily, cariño, tenemos que irnos – dijo Ginny entrando despacio en mi habitación. 

Estaba estirada en la cama, las lágrimas se deslizaban por mis mejillas sin parar. 

- Mamá, ¿crees que estamos haciendo bien? – pregunté cuando mi madre se sentó a mi lado. – Yo no quiero que la familia se rompa, no quiero que Vic se vaya a la cárcel y tío Bill y tío Percy tengan que marcharse de la familia.

Porque así era. 

Cuando Harry y Neville llevaron a Victoire al Ministerio para empezar el papeleo, tía Fleur había aparecido hecha un basilisco. Desde ese día, prohibió a tío Bill, Dominique y Louis acercarse a nosotros. 

Pero la cosa no acabó aquí. Dom y Louis se negaron a ese distanciamiento, según ellos sin fundamentos, y fueron a contárselo por lechuza a los abuelos, los cuales reunieron a todos los mayores de la familia, incluidos Ted y Molly II. 

La cosa acabó muy mal. 

Según tía Fleur la que tenía que ir a Azkaban era yo por intentar romper la relación de su hija con Teddy; además, defendió a su hija diciendo que, si había hecho eso, era por no perder el amor de su vida. 

A todo eso, mi madre sacó el genio Weasley y, si no llega a ser por Harry, Ron y George, Fleur hubiera perdido todo el encanto Veela que posee.

Cuando la cosa estuvo un poco calmada, llegó tío Charlie de Rumania, el cual no había podido llegar antes por motivos laborales. Como es normal, se le volvió a explicar lo ocurrido y fue así donde se volvió a poner mal cosa. 

Percy, callado en la discusión anterior, se posicionó al lado de Fleur alagando que era culpa del acercamiento entre Teddy y yo que Victoire se comportase de esa manera, además de dejar al aire que Ted podría ser un pedófilo, ya que pasar tanto tiempo con una niña pequeña no era muy normal.

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