Siempre me han dicho que cuando incumples una promesa estás rompiendo la confianza que la otra persona ha depositado en ti. Por esa razón, nunca me había pasado por la cabeza traicionar a la señora Malfoy; si ella quería que le entregara a Scorpius la carta después de su muerte, sus razones tendría.
¿El problema? Me costó tres meses enteros llegar a dicha conclusión, los cuales me los pasé llorando e intentando mantener una conversación digna con Scorpius.
Ahora entendía las palabras de Astoria, su hijo era un chico muy muy difícil: me evitaba a toda costa, además de burlase de mí con sus típicos comentarios despectivos acompañados siempre con su cara de asco.
Estaba cansada de que todo el mundo me dijera "Dale tiempo, Lily" así que, una semana antes de empezar los exámenes finales, me levanté de la cama con el rostro neutro, dejando en el pasado las tonterías que el estúpido de Malfoy había hecho; me centraría solamente en mis notas final, las cuales tenían que ser las mejores.
Ahora mismo me encontraba sentada delante de la chimenea apagada de la pequeña habitación que teníamos con Ted; no quería estar con nadie, así que decidí estudiar sola hasta que llegara el metamorfomago para conectar.
- ¡Lilu! – un alegre Ted entró por la puerta sorprendiéndome.
- Estas extremadamente feliz hoy, ¿ha pasado alguna cosa? – empecé a recoger mis apuntes y libros sin mirarlo a la cara.
- ¡Hemos terminado con la misión! – dijo mientras se sentaba delante de mí.
- ¡Uo! – lo miré con los ojos muy abiertos. - ¿Eso quiere decir que vienes con nosotros de vacaciones? – pregunté esperanzada.
- ¡Sí!
Me tiré encima de él al oír su respuesta; después de cinco años, podríamos pasar unas vacaciones en la playa todos juntos. Nos colocamos correctamente y empezamos con el cosquilleo.
Como era de esperar, la conexión fue de maravilla después de esa gran noticia; por fin podríamos pasar un verano los cinco.
- Lilu, – me paró Ted cuando estaba a punto de levantarme una vez finalizada la sesión - ¿estás bien?
- Después de esa noticia, ¿cómo quieres que esté? – pregunté con una gran sonrisa.
- Hacía mucho que no té veía sonreír de esta manera, estaba muy preocupado por ti... - otra vez volvía a salir el mismo tema de siempre; me cansaba, rodé los ojos.
- ¿Preocupado? – una risa burlesca salió de mi garganta.
- Sí, preocupado – se movió rápido sentándose a mi lado. – Nadie sabe lo que pasó ese día entre Scorpius y tú...
- Fue Malfoy quién se enfadó, yo no hice nada malo – me puse de pie, quería irme a mi habitación.
- ¿Por qué os enfadasteis? – preguntó mientras me cogía del brazo parando mis movimientos para recoger mis cosas. – Se os veía muy bien juntos, ¿recuerdas?
- ¿Qué si lo recuerdo? – contesté medio gritando, intentando no derramar ni una lágrima más por él.
- Lily, cuéntame lo que pasó. Necesitas sacarlo de dentro, por favor.
Nos dirigimos al sillón que había cerca de la chimenea, sentándome yo encima de Ted mirándonos a la cara. Respiré hondo para empezar a hablar.
- En año nuevo, Astoria me hizo prometerle que le entregaría una carta a su hijo cuando ella muriera – levanté la mano para que no me interrumpiera. – Yo, por supuesto, no le conté nada a Scorpius; pensé que, si su madre me lo había pedido a mí, era por algún motivo, ¿no? Pasaron las semanas, la amistad entre Malfoy y yo se iba formando día tras día hasta que, un par de días antes de que se fuera del colegio, me percaté de que me gustaba.
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Empremta
FanfictionObligados a llevar una vida paralela, Lily y Teddy se enfrentarán a distintas situaciones acompañados por su familia y amigos. La maldición Empremta recae sobre ellos y deben aprender a convivir todos juntos. La historia de la tercera generación qu...