Capítulo 1 (V)

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Hansel reaparece de la nada y escucho que pregunta, resoplando falsamente:

-¿Me tengo que poner celoso?

Suelto una risita y enseguida le aclaro:

-No, que va. -Y añado en tono cómplice, acostumbrada ya a sus comentarios de broma. -Todo tuyo, nene.

-Sami, te voy a decir algo, pero intenta ser discreta, por favor. -Jhoni me habla en voz baja, mientras Hansel se sienta a su lado.

Lo miro inquisitiva y frunzo el ceño. Hace su habitual pausa para asegurarse de que no lo pondré en una situación embarazosa y luego de unos segundos, continúa:

-¿A que no te imaginas quiénes están aquí? -Está emocionado y eso me hace sonreír.

-¿Quiénes? -Estudio su expresión y la de Hansel, pero no me entero de nada.

-¡Los mismísimos CNCO, Sami! -Me contesta con varios decibelios de más y se detiene para evaluar mi reacción. -Podrá parecerte increíble, pero ¡están aquí!

Lo miro y por un momento me parece que le han salido tres cabezas... y a Hansel otras tres.

<<¿De qué me está hablando?>>

-¿CNCO? Espera... ¿No serán los famosos CNCO? ¿Los de La Banda? -La sonrisa torcida de ambos es una clara confirmación y mi cara debe ser un poema. -Uau. ¿Y qué hacen aquí? -Le pregunto, haciendo mi mayor esfuerzo para no girar la cabeza hacia otro sitio.

-Pues sííí, mi amor. -Sentencia. -No tengo idea de lo que hacen o harán aquí, pero llevan un rato conversando con Armando.

Incrédula, observo alternadamente a mis amigos.

-¿Y esta gente no les hizo caso?

Mis nenes miran de reojo a nuestros compañeros que están sentados a pocos metros de la escalinata y Hansel contesta divertido:

-Ay Sami, en cuanto los vieron, todas se lanzaron a sus cuellos pegando gritos y pidiéndoles que se hicieran fotos con ellas, pero Armando las hizo alejarse en cuanto le parecieron suficientes las muestras de cariño.

Sin cortarnos un pelo, los tres soltamos una carcajada que de no ser por la música se hubiera escuchado bastante alto.

-¡Qué fuerte! -Murmuro, dando por terminado el momento divertido.

Me tomo unos segundos para evaluar la expresión de los demás modelos y es cierto. Todas las chicas tienen los ojos clavados en un espacio en concreto de la platea... ¡sí, clavados! Antes no lo había notado. Pero, ¿en serio? Ni que fueran criaturas exóticas nunca vistas. A ver, ya sé que son unos cantantes famosísimos, pero por favor, ¿tan increíble es que estén aquí?

<<Pues sí, francamente es increíble.>>

En contraposición a eso, los chicos tienen cara de pocos amigos y contemplan de mala gana como han dejado de ser el centro de atención de las muchachas para pasar a un segundo plano. Su antagonismo me hace gracia, aunque disimulan bien su antipatía. Así de superficiales son los hombres.

-En fin, ¿traes tus medias de bailar? -La voz de Hansel hace que devuelva la atención a mis nenes.

Lo miro ceñuda y de repente mis ganas de bailar se esfuman.

<<¿Delante de los CNCO?>>

<<Oh no, mejor no.>>

Palidezco, pero mis amigos no parecen darse por enterados.

-Claro que sí. -Le responde Jhoni con una sonrisa. -Venga, vamos a poner la música. Todavía tenemos tiempo.

<<Ay, Jhoni... ¿tú también, traidor?>>

Antes de que pueda negarme, me agarra de la mano y hace que me levante. Capto con el rabillo del ojo, la seña que Hansel le dirige a Baby, la chica que completa nuestro cuarteto de baile, y ella enseguida está junto a nosotros. En cuanto me permito dirigir la mirada hacia donde sé que está nuestro director, percibo una extraña sensación.

<<¿Y ahora me da por esto?>>

El corazón me da un brinco y empieza a agitarse violentamente en mi pecho a medida que avanzamos y nos acercamos a la primera fila de la parte central de la platea, donde están Armando y sus invitados, que conversan sobre algo que les divierte.

<<Mierda, sí que son ellos.>>

Soy incapaz de ocultar mi asombro por verlos aquí en carne y hueso. Hago mi mayor esfuerzo por mantener a raya la tensión y me concentro en poner un pie delante del otro en el suelo, sin que sea demasiado evidente mi estado de nerviosismo. Cuando estamos lo más cerca que nos permiten las circunstancias, lo único que se me ocurre es mirarme los dedos.

<<¿Mirarte los dedos, Samantha? ¿Desde cuándo?>>

Tengo que armarme de valor para alzar la vista. Parpadeo repetidamente, mirando alternadamente a los cinco pares de ojos desconocidos que tengo delante, mientras mi mente no para de dar vueltas frenéticamente.

<<¿Qué se supone que haga? ¿Corro a abrazarlos o me quedo justo donde estoy, mirándolos como una tonta?>>

Armando tarda un momento en colocarse a mi lado y decir:

-Chicos, ya conocen a casi todos mis modelos. Les presento a Samantha, modelo, bailarina y estudiante de medicina.

<<Que me trague la tierra, que me trague la tierra, que me trague la tierra...>>

<<¿Bailarina yo?>>

<<¿De dónde coño ha sacado eso Armando?>>

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Hazme Tuya (CNCO Hot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora