Capítulo 6 (IV)

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Le sujeto la cabeza, entrelazando mis dedos en su pelo, y luego la estrecho con fuerza y hago lo que me pide. Ella gime contra mí y abre los labios, permitiéndome acceder a su cálida y húmeda boca. El delicado gemido de placer se propaga a través de mi cuerpo y llega hasta la punta de mi miembro. Interrumpe nuestro beso para quitarse el vestido por la cabeza y colocarlo a un lado de la cama. Creo que se me van a salir los ojos de las órbitas.

<<Tiene un cuerpo perfecto.>>

Mi mirada va directa a sus preciosos pechos... y mis manos también.

<<Vaya, ¡qué tacto tienen!>>

Los masajeo y jugueteo con ellos. Samantha gime y arquea las caderas; ya está excitada de nuevo. Mi cuerpo reacciona de la misma manera y crece contra su cadera.

-¿Tienes un condón? -Me pregunta con voz jadeante.

-Sí. -Digo.

Y al ver que se levanta de la cama, le indico, recostándome despacio para apreciar el espectáculo:

-En la cartera.

Va hacia el escritorio, la coge y rebusca en los compartimentos hasta que encuentra lo que quiere. Mi entrepierna reacciona con entusiasmo y se pone más dura todavía, ante la imagen que me ofrece. Vuelve a la cama y se sienta a mi lado, sobre las rodillas. Cojo de sus manos el envoltorio del preservativo y le sostengo la mirada, sin poder contener una sonrisa malvada. Rasgo el envoltorio del condón y en cuanto me lo pongo con gestos rápidos y expertos, se encarama a mi regazo, después de quedarse completamente desnuda.

<<Ese tanga que usaba me encanta... y a mi miembro también, pero ahora no le va a hacer falta.>>

La rodeo con un brazo y la levanto un poco. Con la otra mano coloco mi erección y ella baja su cuerpo lentamente. Gime con fuerza mientras me recibe entero.

<<¡Qué... sensación!>>

-Dios... -Mi voz se vuelve ronca mientras muevo e inclino la pelvis para llegar aún más al fondo; ella ladea la cabeza y gime.

-Sí... -Jadea, y abre los ojos, que arden en los míos, impúdicos, anhelantes.

Me vuelve loco verla tan exaltada. Le tiendo las manos y ella las toma, estabilizándose encima de mí.

<<Muévete tú, Sami, como quieras.>>

Y como si me hubiese leído el pensamiento, se eleva lentamente y se deja caer. Mi respiración se acelera y se convierte en resuellos por el esfuerzo que me supone contenerme. Vuelve a subir y esta vez levanto las caderas para recibirla entera cuando baja.

<<Oh, sí.>>

Cierro los ojos y saboreo hasta el último y delicioso ápice de ella, cuando empieza a mover su pelvis contra la mía. Traza círculos lentos, es el ritmo más delicioso del mundo. Su cuerpo, su boca carnosa y perfecta..., esto es hipnótico y tremendamente sexi. Juntos encontramos el ritmo mientras ella me monta, más y más. Está fabulosa: sus pechos se bambolean, su pelo oscila y sus dientes se aferran a su labio inferior en un intento de contener sus gritos de placer.

-Por favor..., te necesito... Hazme tuya. -Suplica.

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Hazme Tuya (CNCO Hot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora