Capítulo 2 (III)

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La canción de música electrónica que usamos para hacer pasarela atruena desde el sistema de sonido y Armando, con un gesto de la mano, le indica a Luna que comience el desfile. Una a una hacen el recorrido con las tres poses habituales incluidas. Nuestro director se dedica a juzgar los detalles que considera desacertados y las desafortunadas que no escapan de sus críticas terminan rojas como un tomate. Sonrío cuando es Samantha la que camina por la alfombra, sé que domina perfectamente cada pieza de la pasarela como los diez centímetros que le añaden los zapatos a su estatura. Seguimos los chicos, por suerte Armando ya está más relajado y sus críticas son menos mordaces. Esta es la parte más agotadora de ser modelo, pero también es la que más disfruto porque me encanta ser el centro de atención. Una vez más tengo la oportunidad de admirar al súper macho de mi novio. Lo observo caminar y me recreo en su sensual cuerpo adornado por unos cuantos tatuajes. Mi mente vuelve a imaginarse una infinidad de perversiones. Sonrío para mis adentros.

<<¡Qué ganas de hacerle de todo!>>

Pasamos los veintidós y nuestro director, que parece darse por satisfecho, nos pide que nos acerquemos. Con toda su parsimonia nos presenta al hombre que ha llegado como Renato Francis, ejecutivo de la industria del entretenimiento y representante de los CNCO. El tipo nos mira con cara de póquer y yo empiezo a formarme una opinión de él. Va muy bien vestido, informal, pero se ve que es toda una personalidad. Tiene un aire de prepotencia que no me agrada y cuando reparo en la dirección de su mirada, veo que está dándole un repaso demasiado descarado a Samantha.

<<¿Pero qué coño...? ¿Este tipo quién se cree?>>

Ella le está susurrando algo a Hansel y no se da por enterada. Le lanzo una mirada gélida para hacerle saber que no me resulta grata su presencia, pero eso es de muy mala educación y yo, ante todo soy educado, así que me contengo, sostengo a mi amiga de la cintura y me pego lo más que puedo a ella. Sé que me estoy pasando, pero no me gusta como la mira el tal Renato, que continúa examinando a todas las modelos, una a una. Definitivamente no me cae bien. Armando habla de no sé qué cosa y yo sigo detallando al tipo. Al final lo escucho decir que nos avisará para el próximo ensayo.

<<Ha sido todo por hoy.>>

No ha terminado de hablar y asqueado, giro sobre mis talones arrastrando a Samantha conmigo y seguido por Hansel. El resto de las chicas se queda con los cantantes, los rodean y les suplican que se hagan selfies con ellas.

<<¿No son suficientes por hoy las fotos que se han hecho?>>

A mí se me hace tedioso ya, pero es evidente que a ellos no les disgusta para nada; de hecho, me atrevería a decir que están siendo más cariñosos de lo que normalmente son las celebridades con sus fans. Los chicos se dirigen a la salida mientras mi amor y yo esperamos a que Samantha vuelva a calzarse sus botas; dos minutos después, está junto a nosotros.

<<Por fin nos vamos.>>

No hemos dado un paso todavía cuando Armando, alzando la voz por encima de la música que ahora está a mucho menos volumen, llama a mi amiga. Hansel y yo nos quedamos plantados en el sitio después de que ella nos pide con una mirada que la esperemos aquí y va a encontrarse con nuestro director. Si no me equivoco, ya está empezando a hartarse. Giro mi cuerpo hasta quedar frente a mi amor.

-Estoy loco por llegar a casa. -Le suelto con una media sonrisa.

Él me mira con ese gesto tan suyo que me prende y yo me muerdo el labio.

-Créeme, yo también. -Es su respuesta.

<<Oh, mierda.>>

<<¡Céntrate Jhoni!>>

Lo contemplo unos segundos más, sintiendo como mi cuerpo responde a sus palabras y con mi mejor sonrisa de pervertido le digo:

-Pues ahora mismo no podemos irnos, así que tendremos que hacer algo con eso.

Le guiño un ojo y el sonríe ampliamente, en ese instante Samantha vuelve a donde estamos. Después de despedirnos de los que se quedan y lanzarles una última ojeada a los CNCO, que continúan rodeados por sus fans, salimos del Bayam. Mi amiga me ha hecho sostener su bolso para poder colocarse la chaqueta y mientras tanto, nos informa:

-Armando me ha invitado a un bar del Sierra, mañana. Le he dicho que iré con ustedes.

Salto de emoción.

<<¡Ya tenemos calle el fin de semana!>>

-Claro que vamos. -Le aseguro. -Pero espera, ¿no estarán ahí los CNCO, o sí?

-En efecto... Sí que estarán. Tienen reservado uno de los bares del hotel. -Responde tranquilamente, recuperando su mochila.

-Uau, Sami. ¡Qué nivel! -Interviene Hansel, que se mantenía callado hasta este momento.

-Lo que me parece raro es que sólo nos lo dijo a mí y a otras cuatro chicas. No sé por qué me parece que su idea es que entretengamos a sus invitados.

-Es lo más probable. -Comenta mi amor, pensativo.

-Pero si es así, a mí no me importaría ayudarle. -Añade ella con una media sonrisa.

-Ay Samantha... ¿Te gusta alguno? -Le pregunto.

<<Ya sabía yo.>>

-Pues... no lo sé... Quizás. -Confiesa sin borrar de su hermoso rostro la sonrisa coqueta.

<<Conque así estamos, Samantha de los Ángeles.>>

Por alguna razón, su mirada pícara me hace gracia y al segundo los tres estallamos en una sonora carcajada.

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Hazme Tuya (CNCO Hot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora