Hazme Tuya (CNCO Hot)

Capítulo 9 (III)

Las luces anaranjadas que iluminan precariamente la vía nos indican que ya se ha hecho de noche. A medida que avanzamos por la carretera, mis ánimos van en decadencia y puedo notar que los de ella también. Los dos estamos envueltos en una oscuridad que enmascara nuestros pensamientos, pero al segundo, las luces del interior del vehículo se encienden. Estudio el delicado perfil de su rostro, dispuesto a grabar en mi mente cada centímetro de su piel; entonces me doy cuenta de que las fotos que nos hemos hecho son muy pocas.

<<Si las imágenes de recuerdos es todo lo que voy a tener, voy a necesitar más fotos.>>

Las que le hice a escondidas en el cabaret, las de todo el grupo en el bar y luego en la piscina, las de nuestra sesión de baile en la suite y las de esta tarde, que en conjunto suman doscientas veintisiete, no son suficientes.

-Sonríe. -Le digo sacando el móvil y haciéndole la primera foto.

Su belleza es tan poco forzada y natural que lo único que tiene que hacer para estar perfecta es mirar a la cámara con el ceño fruncido por la sorpresa; no le he dado tiempo a componer una sonrisa.

-Otra más. -Y saca la lengua en el último segundo.

He hecho la foto en el momento justo: sale con la lengua en mi mejilla y a mí me ríen los ojos. En la siguiente, sonreímos como niños, ella se pega a mí y capto la imagen.

<<Me encanta.>>

-Esta es mi favorita. -Le digo.

-Si sólo hay tres.

-Aún así. -La beso y saco otra foto.

-Sigamos. -Propone con una risita, y los dos oímos el suave clic de la cámara.

El chófer se detiene en la zona de estacionamiento frente a la terminal de salidas del aeropuerto.

<<Hemos llegado.>>

La puerta se abre y uno a uno vamos descendiendo del microbús. La ráfaga de aire frío que siento me devuelve de golpe al presente; aunque el día ha sido cálido, el viento ha arreciado. Samantha tiembla a mi lado. La rodeo con un brazo y ella se ovilla en mi costado. La noto muy frágil contra mi cuerpo, pero su figura encaja a la perfección bajo mi brazo.

<<¿Lo ves, nena? Hacemos una pareja estupenda.>>

-Chicos, iré adentro. No se alejen de aquí. -Renato se dirige a nosotros con la misma autoridad de siempre y cruza las puertas de entrada del aeródromo, después de lanzarnos su examinadora mirada habitual.

Respiro profundamente para tranquilizarme. La noche sombría refleja mi estado de ánimo introspectivo, cercándome, asfixiándome. A mi lado, la chica que me quita el sueño vuelve a estremecerse con el aire frío. Me quito la cazadora, después de haber recuperado la cajita roja de uno de sus bolsillos.

<<Todavía no.>>

-Toma. No quiero que cojas frío.

Se la pongo sobre los hombros y ella se la ciñe, cierra los ojos e inspira profundamente.

<<¿Le atrae mi aroma? ¿Como a mí me atrae el suyo?>>

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