Hazme Tuya (CNCO Hot)

Capítulo 8 (VI)

Siento el tamborileo de mi pulso en los oídos cuando camino de su mano hasta la cama. Con un movimiento repentino me agarra de la cintura, se sienta en el borde y yo quedo de pie entre sus piernas. Me acerca para que sienta la presión de su erección contra mis piernas y yo lo beso con ganas, sintiendo como sus manos acarician mis muslos. Con destreza, retira el cinturón que llevo y cuando vuelvo a ser consciente, mi falda short ya no me cubre. Se detiene y fija sus ojos en mí.

-Oh, Dios. -Masculla, y bajo la vista.

Ha abierto mucho los ojos y su mirada es muy intensa. Me ruborizo, y con toda intención, me muerdo el labio.

-Esperaba que te gustara. -Confieso y me río nerviosa.

La luz de los ojos de Zabdiel me ciega y me produce un cosquilleo en la piel.

-Estás increíble. -Traga saliva. -Siempre estás increíble, pero esto es...

Su bóxer ya forma una tienda de campaña y sonrío. Me doy la vuelta con todo el aire de modelo para que pueda verme completa; de espaldas a él, siento que se pone de pie y en menos de diez segundos, toda su ropa está en el piso. Pone fin a los metros que nos separan, y abrazándome por detrás, hunde la nariz en mi pelo.

-Qué bien hueles, Samantha. -Susurra y me muerdo el labio para no gemir.

Me desabrocha el body, coge los dos tirantes y tira de ellos hacia abajo, rozándome la piel con los dedos y con las uñas de los pulgares mientras me lo quita. El contacto me produce escalofríos y despierta todas las terminaciones nerviosas de mi cuerpo. Está detrás de mí, tan cerca que noto el calor que irradia de él, y me calienta, me calienta entera. Me echa el pelo hacia atrás para que me caiga todo por la espalda, me coge un mechón de la nuca y me ladea la cabeza. Recorre con la nariz mi cuello descubierto, inhalando todo el tiempo, y luego asciende de nuevo a la oreja. Los músculos de mi vientre se contraen, impulsados por el deseo.

<<Mierda, apenas me ha tocado y ya lo deseo.>>

Me giro para quedar frente a él; mis pezones desnudos rozan su pecho. Me da un azote en el culo, fuerte. Chillo y al segundo siguiente estoy boca arriba en la cama y él me mira fijamente con sus ojos de un marrón líquido. Estoy a punto de empezar a arder.

-¿Sabes lo preciosa que eres? -Me roza el muslo con las puntas de los dedos de forma que me cosquillea... todo.

Se inclina y me da un casto y rápido beso en los labios.

-Voy a besarte todo el cuerpo, Sami. -Me dice en voz baja.

Me agarra de la barbilla y me la levanta, lo que le da acceso a mi cuello. Sus labios se deslizan por él, besándome, chupándome y mordisqueándome. Todo mi cuerpo vibra expectante. La sangre caliente desciende lentamente hasta mi vientre, entre las piernas, hasta mi sexo. Gimo y le acaricio la espalda. Sus manos viajan por mi cuerpo hasta mis pechos mientras sus labios acarician mi cuello. Me lo roza con la punta de la nariz, y luego, con la boca, da inicio a una lenta travesía hacia el sur y sigue el rastro de sus manos por el esternón hasta mis pechos. Me besa y me mordisquea uno, luego el otro, y me chupa suavemente los pezones.

<<Oh, por favor.>>

Mis caderas empiezan a balancearse y a moverse por su cuenta, siguiendo el ritmo de su boca, y sólo puedo jadear. Siento su cálida respiración sobre mi piel. Llega a mi ombligo, introduce la lengua y me roza el abdomen con los dientes. Mi cuerpo se arquea.

-Mmm. Qué dulce eres. Abre las piernas, nena. -Susurra de pronto, sin apartar los ojos de mí, y yo lo hago, sintiendo como mi cuerpo palpita con sus palabras.

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