Zabdiel
Abro la puerta de mi habitación y me dispongo a ponerme el bañador mientras pienso en lo que ha sido de la noche. No he podido parar de contemplarla durante todo el tiempo que estuvimos en el bar y a cada minuto me gusta más; entonces me doy cuenta de que me costará aceptar su rechazo cuando llegue el momento. Sé que me sentiré fatal si le gusta alguno de los chicos y no yo; me ha ocurrido otras veces, pero nunca me había sentido así de... atrapado. Apenas la conozco pero quiero saberlo todo de ella, tal vez sea porque nunca he ido detrás de una mujer. Pensar eso me deprime.
<<¿Le gusto o no le gusto?>>
Me fastidia ser incapaz de formarme una opinión definitiva sobre ella.
<<¿Dónde estás, nena?>>
Salgo de la habitación y justo cuando estoy cerrando la puerta escucho la voz que más deseaba oír en este momento:
-¿Zabdiel? -El sonido de mi nombre en sus labios me produce un extraño placer y propaga una sensación de calidez por todo mi cuerpo.
Es ella; ahí, en el pasillo, con aire tímido y confundido.
<<Está aquí.>>
-Samantha.
La miro intentando que mi regocijo no sea demasiado evidente, mientras agradezco en silencio que la pareja que se hospeda en la habitación contigua a la mía haya llamado al ascensor que la transportaba.
-Esto... ¿Tienes idea de dónde puede estar Renato? La recepcionista me ha dicho que él tiene la llave de mi habitación. -Hace una pausa y murmura. -Yo es que fui a despedirme de mis amigos.
De pronto mi cuerpo conecta con mi mente y se me ocurre algo:
-Puedes dejar tu maleta aquí... Hasta que Renato aparezca.
-Es que también necesito cambiarme de ropa. -Suelta con decisión, aunque el rubor de sus mejillas contradice en cierta manera sus intentos por parecer segura de sí misma.
-Lo que necesites. -Le respondo con una media sonrisa.
-De acuerdo. Gracias.
Abro más la puerta y la invito a entrar con un gesto. Entra en la suite con mirada cautelosa arrastrando la maleta. Me mira cohibida mientras la devoro con los ojos y el corazón me martillea en el pecho.
-Yo ya voy a bajar. -Le digo vacilante para terminar cuanto antes con su agonía, sin apartar la mirada de su precioso rostro.
Mis palabras quedan suspendidas entre ambos hasta que por fin reacciona:
-Nos vemos en la piscina. Gracias de nuevo.
Camino decidido hacia el ascensor, pensando en lo que acaba de pasar.
<<La chica que me tiene loco está cambiándose de ropa en mi habitación y yo estoy huyendo.>>
Entro en el ascensor y cuando llego a mi destino ya todos están aquí con ropa de baño, excepto Samantha, claro. Han ocupado las sillas alrededor de una mesa, en un lateral del área.
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Hazme Tuya (CNCO Hot)
FanfictionSamantha es una hermosa cubana que lleva una vida dedicada al estudio y al modelaje. Nunca llegó a imaginar que en uno de los ensayos de su compañía conocería a CNCO, una de las boybands más famosas del mundo, ni que uno de sus integrantes terminarí...