Hazme Tuya (CNCO Hot)

Capítulo 2 (I)

Jhoni

Todos ocupamos una silla frente a la gran pantalla del cabaret. Me encuentro en primera fila, entre Samantha y Hansel; los demás se han ubicado a nuestro lado y algunos detrás, mientras que los CNCO continúan en su posición, sentados a dos metros de mi novio. Todavía alucino con Samantha, invitó a bailar a uno y el chico aceptó la mar de contento.

<<Nadie lo esperaba; bueno, quizás yo sí.>>

Mi amiga nunca ha prestado atención a toda esa basura de los famosos, pero la conozco y puedo notar que su presencia le afecta. Río para mis adentros.

<<¿Cómo no?>>

Todos estamos callados y pensativos... inquietos incluso; la atmósfera relajada que había antes ha desaparecido y Armando no acaba de pulsar el botón de play.

<<¿Hasta cuándo el drama?>>

Mi impaciencia va en aumento y es una sensación que no me gusta; para mi suerte Hansel está a mi lado y su calma es contagiosa. Adoro como me acaricia los nudillos rítmicamente con el pulgar... Detengo mis pensamientos cuando por fin nuestro director nos informa:

-Chicos, lo primero que quiero decirles es que los representantes de Givenchy están muy satisfechos con el resultado de la sesión de fotos que hicimos para ellos. Felicidades a todos.

No ha terminado de poner punto y final a su pequeño discurso cuando uno de los de atrás empieza a chiflar. El bullicio se extiende rápidamente y en tres segundos ya todos estamos celebrando con grititos y aplausos. Desvío la mirada a mi izquierda y veo a Hansel que, atraído por la bulla del fondo, mira en esa dirección, mientras se parte de la risa.

<<Adoro verlo así.>>

Le agarro la mano para atraer su atención y cuando me mira, lo felicito con una sonrisa; él la entiende perfectamente y me guiña un ojo. Veo a Samantha que sonríe de oreja a oreja y aparecen en sus mejillas esos hoyuelos que vuelven loco a cualquiera; verla así me recuerda nuestra infancia. Por su parte, los cantantes nos observan cautelosamente y sonríen como si fueran parte del triunfo. Armando vuelve a tomar el control de la situación y nos pide silencio con toda la calma que es capaz de mantener. El alboroto poco a poco se va extinguiendo y todos volvemos a centrar la atención en la pantalla. Con un pequeño mando a distancia entre las manos, nuestro director ocupa su silla y pulsa un botón.

Comienza una canción en la que uno de los artistas que nos acompañan canta sobre las ganas de sentir cerca a alguien, y una foto de Violeta con un minivestido gris en corte A, y pullas del mismo color, encabeza el video. La morena de ojos verdes y cabello rizado que se encuentra al lado de mi amiga, cubre sus labios con ambas manos al verse posando en escala gigante. Su porte es elegante y sobrio, justamente como exige el vestuario que usa. La vemos en varias fotos más y la siguiente es Samantha, vistiendo una minifalda amarilla de faja alta, crop top y botas ocres de caña alta; es lo más sexi que he visto en una mujer. Mi mejor amiga ahoga un grito de emoción; me gustaría decirle algo pero ahora mismo tiene la mirada paralizada en la pantalla.

<<Ya lo haré en otro momento.>>

La siguiente es Fanny, que luce un romper estampado con flores y taconazos de muerte. Por un segundo rompo el contacto visual con la pantalla y capto de reojo como uno de los cantantes, el que tiene cara de niño y usa aretes, pasea la mirada por todas las chicas, mientras el resto de personas mantienen la vista en la pantalla. Una por una van pasando las fotos; la sonrisa de satisfacción de Armando es contagiosa y sé que está orgulloso de nosotros. Nos llega el turno a los muchachos; el primero en aparecer es Hansel, mi amor, con un outfit de playa constituido por una camisa floreada, que permite ver parte de sus definidos pectorales, pantalón corto y un sobrero de ala ancha. Su expresión de chico duro me remata; con solo mirarlo me pongo cachondo.

<<Mierda. ¡Qué rico está!>>

Reprimo las ganas de agarrarme a su cuello y darle un beso que lo deje sin respiración, pero por desgracia no estamos solos, así que nuestro encuentro va a tener que esperar. Cuando dirijo los ojos hacia él, me encuentro con los suyos y nos sostenemos la mirada; durante ese breve instante contemplo a este chico increíblemente sexi que me observa con emoción mal disimulada. Su expresión ardiente me abrasa por dentro y por un momento ambos nos perdemos en nuestras miradas. Le sonrío y me obligo a seguir pendiente de las fotos. Después de Lucas, llega mi turno. Aparezco ante todos con una camisa roja de mangas largas, pantalón de mezclilla y zapatos negros de vestir. Siento, más que veo, el apretón de mano de Samantha. La miro de reojo y está como en trance, observando la pantalla con un brillo en la mirada que conozco muy bien. Mi amor se acerca a mi oído y me susurra un "Estás riquísimo", que logra erizarme todo el vello del cuerpo cuando el calor de su aliento roza mi piel. Le dirijo una mirada de deseo y él me la devuelve sonriendo de medio lado.

<<Riquísimo estás tú, nene.>>

Vemos las más de quince instantáneas de cada uno en solitario y llegan por fin las tomas en pareja. Los protagonistas de las primeras son Danilo y Karen; la conexión entre ellos es indudable en la imagen y me parece... encantador. Inconscientemente, me dedico a contar las parejas que ya hemos visto, incluida la de Hansel y Fanny. Mi novio me deja boquiabierto una vez más; está natural, relajado, y me encanta.

<<Me pone a cien.>>

Petrificado, miro fijamente la primera fotografía en la que aparecemos Samantha y yo usando un vestuario casual. Mi amiga está sentada en un gran columpio adornado con flores y yo, a su espalda, imito su amplia sonrisa. No me había dado cuenta de que estaba conteniendo la respiración; siento de nuevo el apretón de su mano y sé que le ha encantado la instantánea.

<<Ya lo creo que lo sé.>>

Varias fotos después, llega otra toma que me deja sin aliento: ella lleva un vestido azul de dos piezas y sandalias con correas; yo uso un esmoquin azul oscuro sin la chaqueta y la empujo hacia atrás logrando que ella se doble de forma tan teatral que su pelo casi toca el suelo; mi mano en su redondo trasero evita que el vestido revele más que todo su muslo adornado con una body chain y nuestros labios están a centímetros de tocarse. No tengo idea de la reacción de mi amiga porque no puedo dejar de mirarnos en la pantalla, pero intuyo que está tan fascinada como yo.

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