Hazme Tuya (CNCO Hot)

Capítulo 5 (II)

Esta zona alberga una fantástica y original piscina que deja filtrar las curiosas luces de colores situadas estratégicamente en los bordes y que acaban fundiéndose, produciendo hermosos efectos visuales a través del agua y en los peldaños de la escalera, lo que le proporciona un estilo muy moderno y minimalista. El entorno acuático está rodeado de varios adornos de mármol y maderas exóticas, elegantemente colocados para complementar la bonita imagen que ofrece de noche esta área del hotel. Al final del espacio hay un aquabar, el telón de fondo que acentúa la luminosidad de la piscina dándole el acabado perfecto, donde un barman se encarga de preparar tragos. Me acerco a Renato, que está separado del grupo, y le cuento que la chica está cambiándose de ropa en mi habitación. Me sonríe con picardía y yo le muestro mi expresión más inocente, pero creo que no se la traga. Me recuerda que mi mamá me pidió que la llamara después de la cena familiar de hoy, y entonces me percato de que olvidé el móvil en la habitación.

<<Mierda.>>

Evitando pensar en la razón de mi distracción rehago sin muchas ganas el camino hacia la suite, pidiendo en silencio volver a encontrarme con Samantha, pero eso no sucede, así que asumo que ya ha bajado. Cuando abro la puerta de la habitación, la imagen que tengo delante me deja sin aliento: Samantha está desabrochándose el botón del pantalón, que le cae de forma muy seductora sobre las caderas, sin zapatos y con un push-up de encaje blanco. Mi miembro se agita en respuesta a la visión que me ofrece. Levanta la vista y se queda petrificada. Verla así, en esa tesitura tan íntima, es tan inquietante como la primera vez que la vi. Se limita a mirarme, sorprendida y algo más que avergonzada, creo, y no sé si eso es una respuesta buena o mala.

-Samantha, perdona. Pensé que ya habías bajado.

Sigue mirándome con la boca abierta por la sorpresa y tengo que resistir la tentación de traspasar el umbral de la puerta y empujarle un poco la barbilla para cerrarle la boca.

-Za...Zabdiel... -Susurra jadeante y ruborizada, dejando mi nombre en el aire con un sonido extraño, poco familiar, pero mucho más que sexi.

<<Ah... es una buena respuesta.>>

-Yo... Olvidé mi móvil aquí y espero una llamada importante. -Murmuro para sacarla de su apuro, pero ella continúa boquiabierta.

Le pido que me acerque el IPhone para evitarme tener que entrar a la habitación; podría disgustarle y es lo último que quiero. Parpadea varias veces antes de contestar con un sí. Escanea con la mirada el espacio y localiza su objetivo en la mesita de noche. Es entonces cuando me doy cuenta de que no se ha molestado en cubrirse.

<<Pero claro, es modelo, Zabdiel.>>

Además, dentro de poco bajará en ropa de baño.

<<Sí. Quiero verla ya.>>

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