Capítulo 6 (V)

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Me incorporo de golpe, sorprendiéndola, de modo que mi cara queda frente a la suya. La cojo de las caderas y con un movimiento rápido, la tumbo de espaldas sobre la cama y me pongo encima de ella. Grita cuando entro y salgo de su cuerpo con fuerza.

<<¿He estado alguna vez tan excitado?>>

Apenas puedo contenerme. No lo entiendo...

<<Debe de ser por ella.>>

Le meto los dedos en la boca. Quiero que me sienta, que me sienta del todo, y devolverle todo el placer que ella me hace sentir a mí. Ahora mismo es mía y yo soy suyo. El sudor brilla en su piel suave y está para comérsela. Sus senos redondos suben y bajan con cada embestida y echa la cabeza atrás cuando uno mis manos con las suyas. Nuestras miradas se encuentran, maravilladas y rebosantes de deseo.

<<Dios, es preciosa.>>

Grita y su cuerpo se acelera. Está a punto de llegar al orgasmo, así que le aprieto más las manos y ella estalla debajo de mí. Chupo uno de sus pezones y acaricio el otro, mientras grita mi nombre de forma incoherente al alcanzar el clímax. Me incorporo una vez más y la levanto conmigo. La siento en mi regazo para que pueda montarme otra vez. La abrazo y su cabeza cae sobre mis hombros mientras levanto las caderas fuera de la cama. Mi miembro entra y sale de su interior a buen ritmo cuando me corro en el condón rugiendo su nombre. Me tumbo sin soltarla y suspira cuando le acaricio la frente con los dedos y le aparto el pelo empapado de la cara. Poco a poco, nuestra respiraciones se tranquilizan. Al cabo de unos minutos ruedo hacia un lado, saliendo de ella con cuidado, y me quito el condón para dejarlo caer discretamente al suelo. Ella se acurruca a mi lado, de cara a mí, y yo la abrazo y le digo en voz baja, después de apagar la luz de la mesilla:

-Que descanses, nena.

Un momento después oigo su respiración rítmica y pausada; se ha dormido enseguida. La tapo con el edredón y le beso el pelo con una sensación de satisfacción absoluta... y de agradecimiento.

<<Lo hemos hecho.>>

Esta mujer dulce y hermosa ha dejado que le haga el amor. Y creo que ha disfrutado. Yo sí, desde luego... como nunca. La idea de dormir en la misma cama que ella después de lo que hemos hecho, hace que mi interior arda como una hoguera y con una sonrisa saciada, cierro los ojos.

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Hazme Tuya (CNCO Hot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora