Hazme Tuya (CNCO Hot)

Capítulo 4 (VI)

Pasan unos minutos y todavía no vuelve.

<<¿Dónde está? ¿Se ha ido sin despedirse?>>

Devuelvo la mirada a la puerta y ya ha regresado al salón, estaba empezando a impacientarme. En una de sus manos sostiene el asa extensible de una maleta.

<<¡¡Sí!! ¡Se queda!>>

Me esfuerzo en disimular mi regocijo, aunque la sonrisa no puedo frenarla. Se hace a un lado y una niña pequeña de cabello castaño oscuro aparece detrás de ella. En cuanto enfoca hacia nuestra mesa veo la melena de pelo que a duras penas sobrepasa el metro de altura precipitándose a toda carrera hacia nuestra mesa. Samantha la sigue con paso rápido y la llama, pero la nena apenas le hace caso y cuando llega a la mesa se lanza a los brazos de Chris, quien la acoge con cariño.

-¡¡¡Hola!!! -Saluda a la pequeña hablándole balleno.

Sonrío.

-Hola. -Le contesta ella con un precioso timbre de voz y se lanza de su ragazo al piso para abrazarnos a los demás.

Llega mi turno y tengo oportunidad de reparar en la carita de rasgos perfectos muy parecidos a los de cierta chica que no puedo parar de mirar; enseguida sé por instinto que es su hermanita. Samantha coloca su maleta en el mismo sitio donde está el resto y regresa a la mesa mientras la nena, loca de contenta, saluda a los amigos de su hermana, a uno de los cuales le llama... ¿cómo? ¿Tito?

-Ay no, papá... -Suelta Chris divertido cuando la niña rechaza el asiento que le ofrece su hermana y va a su encuentro para volver a ocupar su regazo. -¿Cómo te llamas?

La nena es todo sonrisas y con su melodiosa voz bajo la mirada tierna de todos, le responde:

-Lucía.

-¡Qué nombre tan hermoso! ¡Como tú! -Le asegura él.

<<Y tu hermana.>> -Añado mentalmente.

La pequeña sonríe y Chris le pellizca suavemente un cachete sonrojado. Miro a Samantha y en sus mejillas aparecen unos profundos hoyuelos acompañando a su sonrisa.

<<Uau.>>

A regañadientes aparto la mirada de ella, que sigue pendiente de la nena. Ahora que está aquí el tiempo pasa más deprisa. La pequeñita nos ha hecho la noche con sus preguntas y comentarios ingeniosos, y a todos se nos cae la baba mirándola. Su hermana ha pedido un jugo para ella, pero apenas le ha dado un sorbo; toda su atención es para nosotros y literalmente, toda nuestra atención es para ella.

<<Nos tiene derretidos a los cinco.>>

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