Capítulo 3 (V)

400 16 4
                                    

-¡Esto está riquísimo! -Grito mientras bebo el último sorbo de mi segundo vaso.

Me he olvidado por completo de la arecha, el vodka le sienta mucho mejor a mi paladar. Por suerte ya los ánimos están más calmados, Javier ha vuelto y nos hemos sentado alrededor de una mesa los cinco hasta que el novio de Malena se unió a nosotros, desde entonces lo he ignorado.

-¿Más bebida, Sami?

Asiento con entusiasmo y Malena me rellena el vaso. No pasa mucho tiempo cuando empieza a sonar una canción que nos gusta y entonces escucho la voz de Jhoni por encima de la música:

-Vamos a bailar.

Los últimos quince minutos ha estado muy callado. Por su expresión creo que todavía esta rumiando lo que pasó antes y ni siquiera le ha dicho algo a Hansel. Me pongo de pie enseguida, al tiempo que inclino el vaso y engullo el resto de la fría bebida que queda en él, y luego de retirarme la chaqueta para dejarla en el respaldo de la silla, caminamos hacia la pista de baile que está a reventar de cuerpos que se contorsionan, y dejamos que la rápida canción de casino que suena por los altavoces controle nuestros cuerpos. Malena y Hansel nos siguen, el tal Ernesto ya está borracho como una cuba. Como de costumbre, e intentando olvidar el incidente del que por desgracia fui protagonista, me entrego al baile y se me olvida el tiempo. Javi se ha unido a nosotros y volvemos a ser el piquete de amigos de hace quince años. No sé exactamente cuanto tiempo nos pasamos bailando mientras tomamos vodka y revivimos nuestra adolescencia, pero cuando miro a mi alrededor la cantidad de gente que había cuando empezamos a bailar ha mermado bastante, aunque no lo suficiente como para que se pueda caminar libremente por el espacio.

Cansada de bailar abandono el grupo, después informarle a Jhoni que necesito salir a que me dé un poco el aire. Camino hacia la mesa en la que estábamos cuando alguien se topa conmigo y me tambaleo hacia adelante ligeramente; por suerte el vaso que llevo en la mano está vacío, así que al caer al suelo sólo unas cuantas gotas de líquido transparente salpican la superficie. Cuando me siento, ya es como si el incidente con el Chico Maravilla nunca hubiera ocurrido. Me abanico la cara sudorosa con la mano, tengo las mejillas calientes a causa del alcohol. Me quedo mirando el patrón de luces de colores en el suelo mientras mi mente, ya bajo los efectos del alcohol, intenta formar un pensamiento coherente. Después de no sé cuántos minutos compruebo la hora en mi reloj, pero entre la escasa iluminación y que los números parecen moverse en la dorada esfera al mismo tiempo que las manecillas, me cuesta más de lo normal precisarla.

<<Debo de estar más perjudicada de lo que suponía.>>

Todavía estoy esforzándome en ver la hora cuando Hansel se sienta a mi lado. Lo miro y me río por su expresión divertida; tiene los ojos un poco rojos, pero sigue la mar de compuesto, mientras que yo tengo la risa floja y la cabeza en las nubes. Él me sonríe y agarrándome de la muñeca, mira mi reloj.

-Son las dos y cuarto, Sami.

-¡Qué tarde es! -Mi voz es mucho más aguda ahora que estoy al borde de la borrachera.

<<Mierda. No esperaba que fuera tan tarde.>>

Un grupo de chicos borrachos pasan por delante de nosotros entre risitas y tropezando con sus propios pies. Con algo más que trabajo, comienzan a descender por la escalera.

<<Sólo se le ocurre a Malena ofrecer tanta bebida y hacer la fiesta en la terraza.>>

Me parto de la risa observándolos y Hansel también, aunque él se ríe más discretamente que yo. Todavía estamos riéndonos a costa de los muchachos cuando Javier, Malena y Jhoni aparecen y se sientan en las tres sillas que permanecen vacías.

-Ufff... -Dice ella, intentando secar su frente bañada en sudor con la mano.

-Jhoni, deberíamos volver pronto. Tenemos que acompañar a Sami a su casa. -Le recuerda Hansel y luego le informa. -Son las dos y veinte.

-Es más tarde de lo que pensaba. Vamos, pues. -Concluye el aludido, al tiempo que se levanta de la silla.

Lo imito, igual que Hansel, Javi y Malena, pero el movimiento rápido hace que todo empiece a darme vueltas.

<<Creo que he bebido demasiado.>>

Me tambaleo un poco, pero enseguida los fuertes brazos de Hansel me sostienen.

-¿Estás bien?

-Sí, gracias. -Le aseguro.

-¿En serio se van ya? -Nos pregunta Malena haciendo pucheros mientras rescato mi chaqueta del respaldo de la silla; decido no ponérmela por ahora.

Jhoni la mira con cariño de hermano y le responde:

-Ya es tarde, Male. El fin de semana que viene vamos a la discoteca. ¿Te parece?

-¡Sí! -Asiente ella con entusiasmo.

-Yo me apunto. -La voz de Javi suena rasposa.

Los tres se sonríen y luego Jhoni se dirige a nosotros:

-Venga, vamos.

-Gracias por venir. -Nos dice Malena, una vez que he recuperado mi cartera de su habitación y hemos traspasado la verja blanca de la entrada los cinco.

También tomé un poco de agua... por mi bien cuando llegue a casa.

-Nos ha encantado compartir la noche contigo. -Jhoni le sonríe. -Y la fiesta estuvo buenísima.

Ella suelta una risita y lo abraza, después a Hansel y luego a mí.

-Los quiero mucho. -Confiesa con tono melancólico.

-Y nosotros a ti. -Le aseguro. -Que cumplas muchos años más y que seas muy feliz siempre. Te lo mereces.

-Gracias, Sami. -Dice, dándome el cuarto abrazo de la noche.

Cuando se separa veo que tiene los ojos llenos de lágrimas y al primer pestañeo, una se le escapa y le recorre la mejilla. No sé si es porque ya nos vamos o porque la ha emocionado lo que le hemos dicho, pero lo que sí está claro es que el vodka tiene gran parte de la responsabilidad. Ella se apresura a secarla con la mano.

-Ay, bobita... -Esta vez soy yo quien le echo los brazos alrededor del cuello.

Siento que Jhoni se nos une y nos abraza a las dos, luego Hansel y al final, Javier consuma el abrazo colectivo.

-Cuídense mucho. -Nos dice ella cuando nos separamos, ya más animada. -Y no se pierdan, ¿ok?

Todos reímos y después de despedirnos con un beso, hacemos el camino hasta mi casa.

🌟👇🌟👇🌟👇

Hazme Tuya (CNCO Hot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora