Hazme Tuya (CNCO Hot)

Capítulo 4 (II)

Cuando el mozo da la espalda veo aparecer por la puerta a Armando, arrastrando una maleta no muy grande. Viene con la chica rubia que bailaba ayer con Samantha. Es muy bonita, pero no tanto como ella. Los otros cinco dirigen su mirada hacia los que se acercan y una vez que llegan a nuestra mesa, Renato se levanta de su silla y los saluda con un apretón de manos a ambos. Enseguida la chica se olvida de Renato, coloca la maleta en una esquina del salón luego de que Armando se la pasa, y nos saluda con un beso a los cinco, se sienta en la silla que está frente a mí y con una sonrisa avergonzada, nos pregunta cómo pasamos el día.

Christopher y Richard le cuentan nuestro Tourist day. Salimos en la mañana y Erick nos llevó a varios sitios; no nació en esta ciudad, pero la conoce bastante porque algún familiar de su mamá vivía aquí y él solía venir en sus vacaciones. Caminamos todo el "Paseo Bayamés", visitamos el "Museo de Cera", el parque "Céspedes", la "Plaza del Himno", la "Catedral del Santísimo Salvador de Bayamo" y la "Casa de la Trova", todos son lugares preciosos. Terminamos almorzando en un restaurante de comida cubana criolla.

<<Nos encanta la comida de aquí.>>

La chica los escucha con cara de fascinación y sigue con sus interrogantes, una tras otra. Me gustaría preguntarle sobre Samantha, debe conocerla bastante porque según lo que vi ayer se llevan muy bien, pero ahora mismo es imposible con otras seis personas alrededor. Joel y Erick se unen a la conversación cuando el mozo llega con los tragos, nos pone delante de cada uno el que hemos pedido y le pasa la carta a los recién llegados. Ella pide un Saoco y Armando, que conversa animadamente con Renato, un Mulata.

<<¿Esos también son tragos?>>

Doy un sorbo al Mojito y en cuanto desciende por mi garganta puedo dar fe de que es otra de las delicias de Cuba, además de la comida, el acento y sobre todo, las mujeres, concretamente una que no acaba de llegar. Veo la puerta abrirse y mi corazón salta de emoción.

<<La volveré a ver.>>

De una en una entran la morena, la del cabello corto y la delgada del cabello largo. Son hermosas las tres, pero indudablemente prefiero a la que no llega aún. Caminan juntas hacia nosotros y traen consigo una maleta cada una. Es la confirmación de que se quedan.

<<Pero... ¿Dónde está Samantha? ¿Por qué no viene con ellas?>>

Sé perfectamente que Renato habló con Armando para asegurarse de que nuestras invitadas vendrían y Samantha es una de ellas, ¿verdad? La desesperación empieza a hacer mella en mi seguridad, pero intento mantener la calma. Las muchachas llegan a donde estamos y saludan a su compañera; luego, con sonrisas avergonzadas, a nosotros, y por último a Renato y a su director, que no paran de conversar mientras beben sus tragos. Richard les acerca una silla a dos de ellas y al instante se unen a la conversación después de haber colocado las maletas junto a la de Baby -creo que es así como se llama la rubia-; cuando el mozo vuelve a presentarse, las tres nuevas piden un... ¿qué? ¿Mary Pickford? En algún momento tengo que participar en la charla, cuando la de cabello corto me anima a hablar, porque estoy "demasiado callado". Me pregunta cuánto ha cambiado mi vida desde que estoy en el mundo de la música.

<<Seguro que sabe hacerlo mejor.>>

<<Qué pregunta más aburrida, ni una pizca de originalidad.>>

<<¡Decepcionante!>>

Le recito de memoria mi respuesta habitual sobre lo mucho que me gusta la música desde pequeño y lo feliz que me siento de trabajar con estos cuatro locos, bla, bla, bla... Ella me mira todo el tiempo con ojos de cordera degollada.

<<Por favor, no es más que una cara bonita, cariño.>>

No le hago ningún caso a su mirada hasta que vuelve el mozo y me distraigo de la conversación. Le agradezco en silencio por ayudarme a escapar del entretenido diálogo y vuelvo a conectar mi mente con Samantha.

<<¿Por qué no llega aún?>>

Christopher habla del clima y la comida de Cuba. Me importa un comino, pero finjo escucharlo. Mi mente viaja otra vez hacia la chica de caderas perfectas.

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