Hazme Tuya (CNCO Hot)

Capítulo 6 (III)

La sujeto de los brazos, casi a la altura de los hombros, y la empujo suavemente hacia la cama sin soltarla, para que no se caiga. Cuando la tengo postrada, y luego de quedarme completamente desnudo ante su lasciva mirada, me tumbo a su lado y le doy un beso, un beso de verdad. Exploro su interior con la lengua, saboreo mi semen en su boca.

<<La deseo. A toda ella. Quiero que sea mía.>>

Le agarro la cabeza y la beso más profundamente antes de meter los dedos por dentro del tanga. Al hacerlo, le rozo el clítoris.

-¡Ah! -Gimotea.

-Oh, nena. -Murmuro admirado.

<<Está húmeda. Muy húmeda. A punto.>>

Lentamente le meto el dedo corazón. Empiezo a deslizarlo dentro y fuera, y ella arquea la espalda.

<<Dios, ¡qué sensación!>>

Añado un dedo más y se estremece. Mis dedos se escurren en su interior de manera tan exquisita que tengo que hacer acopio de todo mi autocontrol para no meterme en ella ahora mismo.

-Me encanta como estás de lista para mí. -Le susurro y los muevo despacio, dentro y fuera de ella, con una cadencia que le arranca un largo y dulce gemido.

Sus caderas empiezan a levantarse para ir al encuentro de mis dedos.

<<Vaya, le encanta.>>

-Te gusta, ¿verdad? -Le pregunto para provocarla.

Continúo hablándole en voz baja, besándola y masturbándola, y ella se acomoda al ritmo que impongo cuando empiezo a trazar círculos alrededor de su clítoris con el pulgar, acariciándola y atormentándola. La beso, manteniendo el movimiento implacable de los dedos. Sabe a menta, a deseo y a Sami, y me corresponde con una avidez que me vuelve loco. Me consumen sus gemidos y el modo en que se agarra a la sábana por el placer que le estoy dando.

-Más, Zabdi. Más, por favor. -Me suplica.

Oír mi nombre en sus labios es algo más que placentero. Simplemente no puedo resistirme y le doy lo que quiere. Curvo dos dedos dentro de ella antes de sacarlos y acariciarle el clítoris. Se le tensan las piernas y me aparto para observar las caricias de mis dedos, que se mueven cada vez más veloces de un lado a otro. Grita. Grita mi nombre mientras se corre en mis dedos. La miro, memorizando cada detalle: los ojos cerrados, los labios entreabiertos, el pecho que sube y baja, y el rubor sonrosado que cubre sus mejillas durante el orgasmo.

<<Está encantadora.>>

No puedo evitar meterme los dedos en la boca cuando ha terminado. Saboreo sus fluidos y luego la beso para que también sienta el sabor de su excitación. Sabe a gloria, y espero poder recordarlo cuando no la tenga junto a mí. El subir y bajar de su pecho me distrae hasta que abre los ojos. Tiene una sonrisa de oreja a oreja en su preciosa cara y no puedo evitar sonreír cuando me pide que la bese.

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