Hazme Tuya (CNCO Hot)

Capítulo 3 (I)

Samantha

Entre comentarios y risas llegamos a la casa de Malena, la música es audible a tres cuadras de aquí. Desde la calle y mientras nos acercamos a la verja blanca que bloquea el paso hacia el hermoso jardín de la residencia, levanto la vista hacia la terraza y contemplo las luces parpadeantes y el bullicio de los invitados de nuestra amiga. En eso estoy cuando la veo asomarse, inclinándose por encima del muro que bordea la atestada azotea y localizarnos en cuestiones de segundos. Sonríe de oreja a oreja y nos hace una seña para que entremos.

<<Uau. Tremendo fiestón se ha montado la nena.>>

Por fin traspasamos la entrada. Caminamos por un corto sendero bordeado de flores hasta que llegamos al recibidor; la puerta está abierta en señal de que es permitido el acceso. En la sala reconozco a su mamá entre varias personas que, sentadas en los sillones, conversan animadamente y beben un líquido ámbar en finos vasos de cristal. La señora de unos cuarenta y pocos, enseguida que nos ve se levanta de su asiento y viene a nuestro encuentro. Una vez que está frente a mí, me rodea el cuello con los brazos y nos da la bienvenida:

-¡Qué bueno que hayan venido! La fiesta está buenísima.

Noto cuando se separa, tan rápido que casi no me da tiempo a corresponderle, su olor a alcohol. Está claro que lleva varias horas bebiendo. Hace lo mismo con Jhoni y luego con Hansel. Ambos le muestran sus encantadoras sonrisas y cuando el segundo va a decir algo, una voz de pitido que reconocemos enseguida se lo impide:

-¡¡¡Hola!!! -Nos saluda Malena, que se acerca a nosotros con desparpajo e igulmente nos abraza a los tres. -¡Me alegra tanto que hayan venido! ¡Los adoro! -Prosigue y sus ojos claros brillan de emoción.

Los tres reímos ante su último comentario, incluida su mamá, que después de balbucear un "Que se diviertan", da media vuelta y vuelve a ocupar su asiento de antes.

-Tremenda fiesta que has hecho, Male. -Jhoni le sonríe admirado.

-Y espera a que veas el buen ambiente de la terraza. -Dice la homenajeada, devolviéndole la sonrisa ampliamente.

Advierto que también ha bebido bastante, pero por suerte está menos ebria que su mamá. Se calla un instante y luego añade mirando a mis nenes:

-Javier ha llegado y lleva media noche preguntándome por ustedes.

-¿Sí? -Sueltan los dos al unísono, claramente asombrados, pero la mar de contentos.

Ante el gesto afirmativo de Malena, se les iluminan los ojos a ambos. Javier es un primo de ella que se mudó hace dos años para La Habana y un gran amigo mío, de Hansel y de Jhoni. La cumpleañera luego se dirige a mí:

-Sami, tienes que ver el vestido que me regaló mi mamá.

Cuando escuchan que voy a tardar en subir a la terraza, mis amigos me miran con cara de súplica; les sostengo la mirada y sé que quieren subir ya. Al fin claudico y les sonrío; ellos entienden el gesto perfectamente y se apresuran en salir del recibidor para ir a encontrarse con nuestro amigo.

<<Los veré arriba.>>

Cuando ya han desaparecido de nuestra vista, Malena me agarra de la mano y me arrastra por la sala. Como puedo, saludo a las personas que están allí con un escueto "Buenas noches" y dejo que me guíe hasta su habitación. Cruzamos la puerta y lo primero que llama mi atención es la cama llena de regalos. Es una costumbre que también tengo y el hecho de que Malena la haya copiado me hace sonreír. Me permite sentarme en la silla del vanity y se apresura en llegar al otro lado de la cama. Escoge algo y acercándose a mí, me lo enseña mientras me pregunta, con una sonrisa de oreja a oreja:

-¿Qué tal?

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