Venganza Inmortal

2. Parca

Sigo al chico a un restaurante que está en frente de la universidad y por más increíble que parezca, ahora sí la gente lo ve, sobre todo las mujeres, no voy a negarlo, es atractivo. Anda con una chaqueta negra con terminaciones blancas, lentes oscuros, muy a la moda, caminando con mucha confianza. Señala una silla y me siento allí, él en la de en frente de mí, se pone los anteojos sobre la cabeza, entonces me guiña.

—¿Y? ¿Qué se siente tener a la Muerte delante de ti?

—Pues muerto —expreso sin ánimos y se ríe.

—No hablaba de ti, me refería a mí.

Me sorprendo dándome cuenta.

—¡¿Qué?! ¡¿Eres la Parca?! Eso es imposible.

Él se ríe a carcajadas como si le estuviera diciendo un chiste.

—Eres lenta, preciosa.

—Solo estoy shockeado —Bufo y luego frunzo el ceño —. Además, no me digas preciosa.

—Para ser alguien que ha sido recientemente violado, tienes mucha fuerza de voluntad.

Bajo la vista.

—Creo que hay cosas que mi mente bloqueó, de todas formas no es como si no hubiera recibido abusos antes, aunque nunca a tal extremo.

—Entiendo —dice serio.

Lo miro y le cambio el tema, ya que no quiero pensar en ello.

—No se supone que la Parca es un ser de huesos y una capa negra, tú solo pareces un chico malo, de esos motoqueros —opino y se ríe.

—¿Qué? —Pasa su mano por su rostro y veo una calavera —¿Así?

—¡Ah! —chillo asustado y todos se me quedan mirando.

Al parecer solo yo he visto eso.

—Cálmate, solo te mostré lo que querías ver —me aclara el esqueleto y pasa su mano otra vez por su rostro, de nuevo puedo visualizar en su piel el tatuaje del rayo negro debajo de su ojo izquierdo —. Si quieres puedes llamarme Jex.

—¿Jex? —Alzo una ceja.

—Es mi nombre de pila, ¿o creías que solo había una parca en este mundo? —Se ríe de nuevo —Tienes suerte, te cruzaste con la mejor —Me guiña.

—Bueno, Jex ¿Qué va a pasar ahora? —Bufo —¿Me enviarás al cielo o al infierno? Ya sabes, por ser bisexual, supongo que iré al inframundo.

Ríe nuevamente.

—No existen esos pecados en el más allá, no seas loquita, eso lo inventó el ser humano, ustedes sí que están mal.

—¡Deja de tratarme en femenino! —me quejo y golpeo la mesa —¡Y devuélveme mi cuerpo!

—Tu cadáver destruido ya no sirve, preciosa. El físico que tienes está mejor y te servirá para tu venganza.

—¿Venganza? —Alzo una ceja.

—¡Sí! La que me dijiste que harías, tienes suerte de que yo sea una parca corrupta y haga cosas ilegales como esta, que bueno que pasaba por esta zona, ¿no? —Me guiña.

Cierto, le dije que quería vengarme, cosa que no es mentira, pero procesando que estoy muerto, no estoy seguro de querer meterme en líos, me he comportado lo suficientemente bien en vida como para ahora hacer lo contrario.

Alzo la vista y veo a Cruz entrar al restaurante, la rabia se apodera de mí, pero Jex me agarra de la muñeca, entonces me detiene para que no me levante de mi asiento.

—No querrás arruinar todo el plan, ¿o sí? —pregunta la Parca —Escúchame, no tengo idea quién te hizo esto, pero se ve que ese chico tiene algo que ver, si es una pista, deberías tomarla con cautela —aconseja.

Me siento y lo escucho atentamente.