Venganza Inmortal

6. Asco

Cruz me presenta a sus amigos, Terry, al que había visto en la universidad, Gek y Enuel, desconocidos para mí, cualquiera de ellos podría ser culpable. Nos sentamos en los sillones y el moreno rodea su brazo alrededor de mi cuello, me encuentro con mis posibles agresores. Jamás pensé que estaría haciendo esto alguna vez.

—¿Y a tu novia no le molesta que andes coqueteando con otras chicas? —le pregunto mientras siento la sensación incómoda de sentirme cerca de su cuerpo.

—Eres preciosa —Toma mi barbilla y acerca su rostro al mío —. No te preocupes por Marilyn, esto se trata sobre tú y yo.

Asco.

—Sí —Sonrío.

—Sabía que eras inteligente.

—Solo me preocupo porque nos llevemos bien, nada de secretos.

—Para nada —Me acerca a su cuerpo agarrándome de la cintura —. Mientras ambos nos hablemos, todo estará tranquilo ¿Qué hay con el chico con el que bailabas?

—¿Jex? —Alzo una ceja.

—Te acuerdas de su nombre ¿Quieres que te lo haga olvidar?

Mierda, va muy rápido, estoy seguro de que Jex hablaba de esto, no parecer tan fácil, sino no será serio, solo buscará un poco de sexo y ya, y sinceramente pensar en acostarme con este tipo me da ganas de vomitar.

Apoya su mano en mi pierna, pasándola por debajo de mi falda, así que aprovecho para levantarme del sillón.

—Lo siento, pero me tengo que ir —Me giro para retirarme y me sigue.

—Espera, bonita —Me agarra de la muñeca y me detiene, vuelve a acercarme a su cuerpo —. Me dejaste muy duro, ¿y así te vas?

Asco, vomitaré.

—Es que me equivoqué —me invento.

Necesito a Jex, voy a arruinarlo.

—Vamos, bonita, sé qué eres más divertida que esto —expresa mientras forcejeo.

Mierda, tengo un problema aquí.

—Es que de verdad, necesito ir al baño —Logro soltarme —. Ahora vuelvo —Corro en dirección a los lavabos.

Nunca se me pasó por la cabeza que intentara algo, pero es más que obvio, sé perfectamente que es un violador.

Llego al cuarto de baño pero noto que me está siguiendo, así que no espero y entro. Mis ojos se cruzan con los de Blade ¿Qué? ¿Me equivoqué o esto es un lugar mixto? No puede ser.

—Lo siento —dice avergonzado —. Mi hermana está adentro —Señala uno de los cubículos —. No se encuentra bien, ya me voy —explica y luego me reconoce —¿Tú no eres la chica...

La puerta se abre y somos interrumpidos por Cruz, el morocho frunce el ceño al ver al rubio.

—¿Qué me quieres robar a la chica, Blade? —Me agarra de la mano y me pone detrás —Búscate la propia.

—Cruz, no sé qué idea te estás metiendo, pero las mujeres no son objetos, ella no es de tu propiedad, no es de nadie —lo corrige.

—Ah, ¿no? Escucha, es la segunda vez que te cruzas cuando ella y yo estamos charlando, tú te metes donde no te llaman.

—Son meras casualidades ¿Y dejar que tu novia la golpeé es charlar? No sé qué concepto de conversación tienes, pero no es normal —le aclara y luego me mira —. Señorita, no debería involucrarse con personas como esas, son un peligro.

Ni me lo digas, lo sé muy bien.