Venganza Inmortal

59. Ráfaga

Veo a Cruz en el pasillo, también tiene una espada, miro a Blade que se va en dirección contraria y frunzo el ceño.

—Eres un manipulador —le aclaro.

Me observa de refilón mientras se retira.

—Estoy seguro que podrás matarlo, confío en tus habilidades —Besa la estrella de su muñeca y se aleja.

—Nunca he asesinado a nadie —dice Cruz cuando está cerca —, pero por Marilyn sería capaz —Me señala con su espada.

Corro a tomar la mía y me pongo en posición con esta.

—No sé qué te dijo Blade, pero es mentira, nadie tiene que morir hoy.

—¡Quizás tú sí! —Me ataca y retrocedo.

Una y otra vez me golpea con su espada y yo me defiendo con la mía, sigo dando pasos hacia atrás.

Mierda, llegué hasta la ventana.

Un siguiente golpe viene hasta mí y mi espalda choca con el vidrio, aunque eso no es lo peor ¡Este es un tercer piso! Caigo en picada, siento el viento en mi cabello, veo a Cruz mirar sorprendido y en la otra ventana a Blade, que parece sin preocupación aparente.

Desde la ventana donde está Cruz veo saltar a Jex ¿De dónde salió? Eso me recuerda que la espada no llegó sola a la escuela.

Me voy a morir, decido cubrirme la cara por las dudas. De repente siento mucho viento fuerte cerca de mí, es una ráfaga con mucha intensidad, poderosa. Unos brazos me rodean, ya sé de quien son, así que lo abrazo, aunque no abro los ojos del susto. Siento que toca el piso y no entiendo qué pasó, así que me atrevo a abrirlos. Plumas negras caen, aunque se ven como duras, ya que se chocan con fuerza en el suelo. Jex tiene alas pero estas desaparecen en una explosión, entonces muchas plumas se dispersan, golpeándose como rocas.

—¡Oh qué decepción! —Oigo a Blade gritar y de repente está al lado de Cruz —¡Lo haré yo mismo! —Lo empuja.

—¡Haz algo! —le digo a Jex y me baja.

Jex genera un movimiento con su mano, entonces aparece su guadaña, cuando Cruz está lo suficientemente cerca, como que lo hace suspenderse en el aire por un momento, luego se da un leve golpe en el suelo.

—¡¿Pero qué fue eso?! —grita el moreno levantándose del piso.

—¿Bienvenido al mundo de los muertos? —digo confundido.

Jex se ríe.

—Pero sí no está muerto —declara la Parca y me sonrojo —¿Qué? ¿Te gustó volar? Lo siento, ya no se puede, es algo que necesita práctica todavía.

Sonrío.

—Qué bueno que estés aquí —Apoyo mi mano en su hombro.

—Empiezo a pensar que sí eres Sirl —exclama Cruz mirándonos —. Siento interrumpir su momento de tórtolos, pero tengo que recuperar a mi novia.