78. Final parte 3

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Un viento se mueve alrededor de nosotros, aparece una luz destellante entonces cierro y abro los ojos, el sitio en el que estoy se vuelve un lugar muy blanco, solo hay tres atriles con ángeles, como para dictar una sentencia.

Es como un juicio celestial.

Solo estamos Jex y yo delante de estos seres. Ya no nos encontramos en el hospital. Puedo sentir la tensión con toda mi fuerza.

—Sirl, ¿no es así? —dice el ángel que está detrás del atril más grande.

Asiento nervioso.

—Sí, señor.

Mueve las hojas de un enorme libro.

—Al parecer con la ayuda de Jex has estado deambulando por el mundo de los vivos cometiendo pecados.

Trago saliva.

—Sí, señor —respondo.

—¿Te declaras culpable? —Alza una ceja.

Bajo la vista.

—Bueno, yo...

—No fue su culpa —Intercede Jex —. Yo le ofrecí mi ayuda para vengarse.

—¡Controlado por un demonio! —agrego mirando a Jex y luego al ángel —Así que fue culpa mía por aceptarla.

—Entiendo —El hombre escucha atentamente y cierra su enorme libro —. Pero estabas consciente de eso, ¿cierto? —le pregunta a la Parca y cuando va a responder intercedo.

—No, lo controlaban.

—¿Qué haces? —me dice molesto Jex.

—Hago un favor y también cumplo lo que siento, no puedes ir al Abismo.

—Estoy acostumbrado, no te metas.

—No, tú no te metas.

—¡Silencio! —Otro ángel con un mazo golpea su atril —Viendo las circunstancias, tendremos que discutir esto.

Los tres ángeles desaparecen en la nada y me agarra un escalofrío.

—Deberías irte ahora —me pide Jex —. Puedes ir al Más Allá mientras no se enteren.

—No voy a dejarte.

—Es tu oportunidad, antes de que vuelvan —insiste —. Ese era el trato, te ayudaría en tu venganza y luego te irías al Más Allá, no importa que hayas sido malo en tu muerte, todavía no se registró, tienes tiempo de largarte.

—No me voy a ir —Frunzo el ceño —. Ayudaste a Blade, sentiría que te estoy traicionando si me largo.

—Yo te engañé, así que...

—Eso ya está saldado, además ni te acordabas. No voy a irme, tú me ayudaste más que con tu mentira de entregarme, así que para mí ya no vale nada.

—¿Tanto significaba Blade que me perdonas? No digas bobadas.

—Blade es importante, pero no tiene nada que ver en esto y en todo caso, ¿por qué intentas ayudarme? Ya te encontraste con tu amada.

—¿Y eso qué tiene que ver? —Alza una ceja —Era una cuenta pendiente. Mejor vete de una vez, no ves que intento protegerte.

—¡Yo también! —Me sonrojo.

—¿Y por qué estamos discutiendo? —Sonríe.

—¿Es broma? —Alzo una ceja —¿Perdiste la memoria o qué?

Se ríe.

—Claro que no —Se me acerca y me agarra de la cintura, entonces se aproxima a mi rostro mientras mi corazón se acelera a gran velocidad —¿No lo ves? Estamos intentando protegernos, porque sentimientos lo mismo.

—Bueno, pero tú dijiste que...

—Qué importa lo que dije antes, lo que ahora interesa es lo que siento en este momento, larguémonos juntos —Me besa y le correspondo.

Igual perdimos tiempo hablando, esto se pudo aclarar en otro contexto. Oigo el carraspeo de un ángel, entonces me separo de Jex, para mirarlo y disculparme con el hombre que nos mira atentamente.

—¡Perdón! —chillo.

—Así que intentando huir —declara de repente y me sobresalto, así que se ríe —. Bien, hemos llegado a un acuerdo.

Otro ángel se acerca y termina de explicar el veredicto.

—Por ser la primera vez en el mundo de los muertos y haber atrapado a dos demonios, el castigo se reducirá a Parca condenada, como lo es Jex.

Alzo una ceja.

—¿Voy a ser una Parca? —pregunto confundido.

—Aprendis, asistente, ayudante, como quieras llamarlo hasta que termines el entrenamiento, ya que agradecemos tu contribución para atrapar a esos demonios.

—No me parece —opina Jex.

—Claro que sí, tú lo ayudarás, así no se escaparán juntitos —bromea al habernos escuchado y luego le da unos documentos —. Pero para la próxima registra tus muertos —lo reprende.

Sonríe nervioso.

—Sí, supervisor —responde y me mira —. Vámonos ya antes de que cambie de opinión —Me agarra de la mano y nos retiramos corriendo hasta cruzar un portal, volviendo al mundo de los vivos.

~~~

Días después...

Hay veces que no entendemos la razón de el porqué nos pasan las cosas, pero lo que sí podemos comprender es que vivimos cada momento para convertirlo en la mejor situación para uno mismo.

Al final ayudar a Jex no es tan malo, aunque el trabajo sea en un cementerio.

—¿Me quieres decir por qué estoy cavando? —Observo a la sonriente Parca mientras sostengo una pala —No me mires así —lo reprendo.

—Porque ayudamos a los muertos, es nuestro trabajo ¿Y cómo te miro? —Se ríe.

—Te burlas —Hago puchero.

—Nada que ver —Ríe otra vez y me saca la pala —. Vale, ve, yo terminaré esto —aclara y asiento.

Voy corriendo a donde se está haciendo el entierro, pero no me acerco mucho aunque no puedan verme. Sery pone las flores en la tumba de su hermano y suspiro. Ojalá pudiera decirle, pero prometí que no haría nada ilegal como futura Parca.

Al menos sé que está bien, acompañará a su madre, lo superarán y vivirán sus vidas normalmente, estoy seguro.

Liar ayudará en eso.

Por otro lado, supe que Cruz al fin se tomó ese viaje con Marilyn, espero que algún día superen sus problemitas. Por parte de Terry, descubrí que está mejor, ya no ve al fantasma de Gek y su ánimo ha mejorado.

Me alegro que ya no haya más actividad paranormal en sus vidas, es lo mejor.

Regreso a donde se encuentra Jex, el cual me sonríe, entonces yo hago lo mismo. Al fin esta venganza ya no es inmortal, al fin terminó todo y solo queda la paz.

El Fin.

Venganza InmortalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora