Venganza Inmortal

31. Telenovela

Son cuatro, hay cuatro personas que debo matar, pocas palabras recuerdo de ese momento, pero había un arrepentido, que igual lo hizo, el cual dijo el nombre de Cruz, gracias a él tuve la pista, el tercer agresor era un sádico, me acuerdo que me trató de basura, sus opiniones eran peores que las de Cruz y por último... el cuarto.

"He esperado este momento durante mucho tiempo".

Esa frase nunca se me quita de la cabeza, porque era el que tenía el cuchillo, él me apuñaló.

Me escondo detrás de una pared y como supuse, Terry fue a hablar con Cruz. Dime, eres "el arrepentido" o acaso solo eres alguien que sabe del tema.

¿Puedo culparlo tan rápidamente?

Necesito saber si Terry es quien creo, o solo es una errónea especulación.

—Interesante —Oigo detrás y me sobresalto, así que me tapa la boca antes de que grite —. Tranquila, soy yo —Se ríe y me suelta.

Lo miro mal.

—Jex ¿Dónde estabas?

—Eh... Qué a veces trabajo, la gente se muere —Sonríe tranquilo.

¿Por qué es tan lindo? ¿Y por qué no me parece tétrico lo que acaba de decir? ¿Cuando dejará de estar enojado? Ay.

¡Concéntrate!

Vuelvo a espiar, Terry sigue hablando con Cruz y este se ríe, presiono los dientes.

—No oigo nada —mascullo —pero si se están burlando de mi muerte, los haré pagar.

—¿Será él? —dice mi Parca favorita.

—Es su amigo, no sé.

—Vas a tener que olvidarte de Cruz por ahora y acercarte a Terry para averiguarlo —sugiere.

—Terry sabe que estuve coqueteando con Cruz, no me quiere ver ni en figuritas.

Se ríe.

—Es una buena oportunidad para poner a prueba a Cruz, veamos si le molesta que te vayas con otro.

—No me hagas una telenovela, por favor —me quejo.

—Lo haré —Ríe otra vez.

—Como sea —Me giro y comienzo a caminar —. Me voy a hablar con Blade —Me detiene agarrando mi mano, así que lo miro —¿Qué?

Me suelta y sonríe.

—Nada.

—Celosito —me burlo y se ríe.

—Qué vengativa.

—Que use tus palabras no significa que me esté vengando, pero te prometo que no le diré nada raro, ni del plan ni nada, solo quiero aclararle algunas dudas, pero seré cauteloso, ¿de acuerdo?

—Me parece bien, aunque no deberías darme explicaciones, como si fuera un novio controlador o algo así —Me guiña —. Tranquila, Puqui.

Mis mejillas arden.

—Lo hago porque quiero dártelas, ya no deseo arruinarlo más.

Se queda serio mirándome y luego sonríe otra vez.

—Está bien.

Solo me dice eso, es tan frustrante, estoy seguro de que detrás de esa sonrisa sigue su enfado y decepción.