25. Trinity parte 2

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Me siento en una de las silla del aula de informática y marco en la computadora "Trinity Black". Como es muy difícil de hallar, también agrego que falleció hace cinco años.

¡Bingo!

—¿Qué dice? —Se acerca Blade a leer apoyando su mano en el respaldo de la silla.

—Que murió brutalmente —expreso aterrado —, y ahora que lo pienso, falleció con unas características muy parecidas a las mías.

Violada, golpeada y apuñalada.

—Qué terrible —opina.

—Quizás Jex se sintió identificado cuando me ayudó.

—O puede que se sintiera culpable y quería redimirse.

—¿Qué quieres decir? —Lo miro enojado.

—Pues aquí no dice quien la mató —Señala la pantalla —. El caso quedo inconcluso.

—Pero arrestaron a alguien —Bajo la imagen para seguir leyendo pero de repente se apaga el monitor.

De hecho las luces también, ahora está todo oscuro ¿Qué pasa? Me dió un escalofrío.

—¿Blade? —llamo a mi amigo y siento que alguien me agarra del brazo —¡Ay! —Me cubren la boca y forcejeo.

Mi espalda se choca contra una pared y cuando regresan las luces estoy en el cuarto de limpieza, el cual está cerca del aula de informática, visualizo a Jex enfadado, que se separa de mí.

—¿Qué se supone que crees que estás haciendo? —expresa molesto.

—Pues...

Las luces parpadean y puedo ver sus huesos en la oscuridad, por momentos su piel ya no está. Asustado trago saliva, entonces me quedo callado.

—Estoy decepcionado de ti, Sirl.

—Lo siento —Bajo mi vista y mis ojos se humedecen —, yo solo... tú no estabas, te fuiste y quería saber de ti. Soy muy curioso, lo lamento tanto.

—¿Piensas eso de mí?

Alzo la vista temeroso.

—¿Qué? —digo impactado.

—¿Piensas que soy un violador?

—No, yo...

—Pero tu amigo lo sugirió y lo pensaste, no lo negaste —Golpea la pared, justo al lado de mi cabeza y me sobresalto, deja su puño cerca —. Eres como todos, eres igual —expresa afligido.

—¿Todos? ¿Quiénes son todos?

Se aparta de mí.

—Los que me juzgaron y no me dieron oportunidad de defenderme.

—Yo... lo lamento.

—Ya te dije, no quiero hablar de eso —Se gira —¿Por qué simplemente no te centras en tus cosas y ya? —Presiona el puño —¿Qué necesidad había de no respetar lo que te pedí?

—De verdad lo siento.

—No importa, recuerda que debes ir a la casa de Cruz, estaré vigilando, no te preocupes.

Se retira y caigo al suelo de rodillas, entonces me quedo sentado allí, así que siento la necesidad de llorar.

Las lágrimas caen.

Soy de lo peor.

Venganza InmortalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora