Sus ojos vuelve a la normalidad, dejando de brillar, retrocede alejándose de mí y camina hasta el atril. La lluvia se sigue escuchando. Blade se acerca a un libro y lo mira, mueve despacio cada página, entonces me acerco hasta él.
—¿No vas a decirme por qué lo hiciste? —digo con mis labios temblando.
—Deberías irte.
Frunzo el ceño.
—No te tengo miedo, encontraré la forma de matarte.
Sonríe y se gira a mirarme.
—¿Por qué no le dices eso a tu cuerpo? Tus manos están temblando.
Rápido las toco y presiono con fuerza para que no se muevan, pero me es imposible.
—Crees que porque seas lo que dijiste...
—Híbrido —me interrumpe —. Mi madre se acostó con eso que está revoloteando alrededor de la iglesia —Sonríe con malicia.
—¿Qué?
Su celular suena pero no lo atiende.
—Está cerca hace rato, pero no puede entrar.
—¿Hablas de ese hombre?
—Sí, he intentado de todo para deshacerme de él, pero me ha sido imposible, solo lo he ahuyentado —Toma su móvil y lo mira —. Imagina esto, le tiras agua bendita, se quema, le arde, se aleja. A diferencia de él, a mí no puedes hacerme eso —Tira el teléfono al suelo y lo pisa —. Aunque él puede hacer otras cosas.
—"Aunque rompas tu celular no vas a evitar que me comunique contigo" —Se oye una voz gruesa y con eco del otro lado de la línea.
—Es como del infierno, ¿no? Aunque en realidad se llama Abismo.
—¿Co... ¿Cómo sabes eso? —pregunto sorprendido y nervioso.
—No tengo tiempo de explicarte, podría decir que solo lo vi en sueños, los demonios pertenecen al fondo del Abismo, pero como también soy humano, pues no puedo ir ahí, técnicamente no tengo un lugar —Se agacha a garras el celular —, y por eso está preocupado por su pellejo —refiriéndose al demonio que se encuentra llamándolo.
Trago saliva.
—Esto es tan... retorcido.
—Sí ¿Verdad? Bienvenido a mi mundo.
Guarda el celular, agarra por debajo del atril una ballesta y la carga con esos frasquitos que ahora sé que son con agua bendita, se gira a apuntar a una abertura y dispara de repente como si nada pasara. Un sonido arrollador llega a mis oídos, es como un chillido de un bicho, el cual lastima y duele, así que me cubro las orejas.
—¡¿Qué es eso?! —grito cuando veo un monstruo en el techo.
Aquel adefesio, todo negro, lleno de dientes, garras y millones de ojos, sigue gritando, el bicho se retuerce, tiene que retroceder.
Visualizo que Blade tira la ballesta al suelo y corre hasta una cuerda, la tironea entonces del techo cae un enorme crucifijo, el cual hace el sonido de una campana, es celestial, así que alejo mis manos de mis orejas, pero al bicho sí le duele y Blade se tapa los oídos, aunque lo padece en menor medida.
Por alguna razón deja de llover. Blade se levanta y reacomoda la soga. Parece que la ha usado varias veces. Utiliza el interruptor y hace un nudo fácilmente.
—Bueno, ya aprendiste que tienes varias cosas con las que puedes atacarme —sugiere tranquilo —. Deberías irte antes de que comience a llover otra vez, podría volver de nuevo, aprovecha los lugares oscuros para acechar y que los vivos normales no se den cuenta que existe, es la mejor forma para disuadirlos.
—¿Por qué me dices esto?
Sonríe amigable.
—¿Por qué no?
—Tú me mataste, me violaste, los admitiste, tenías el cuchillo ¿Por qué dirías algo para ayudarme? Tú mientes, mientes desde que nos conocimos —expreso triste con los ojos humedecidos.
—Yo no miento —dice serio —. Solo no hubo oportunidad de contarte.
—Mientes —insisto —¿Recuerdas cuando dijiste que no te gustaba verme sufrir? Fue una gran mentira, si fuera así, no hubieras hecho lo que hiciste.
Bufa.
—No mentí, pero no voy a explicártelo, debes irte.
—¿Por qué no? —Lágrimas caen de mis ojos —¡Merezco una explicación!
—Pídeselas a Jex, estoy ocupado.
Se gira al atril nuevamente y saca agua bendita, luego una jeringa, la cual utiliza para inyectársela.
Lo miro desconcertado.
—¿Qué tiene que ver Jex?
—Ah sí, cierto, no lo recuerda —expresa adolorido, recita palabras confusas mirando el libro, mientras veo como un vapor sale de sus poros y luego se forma un tatuaje en su brazo, luego vuelve a mí —. Yo lo invoqué —declara —. Todo tiene que ver con todo, Sirl —Mueve la mano que siente que se quema —¿No te pareció extraño que justo su esposa sufrió algo parecido? A mí me pareció algo bastante evidente.
Retrocedo.
—Inventas cosas.
—Ve al cementerio, encuentra su tumba y descúbrelo por ti mismo, yo no te daré más respuestas.
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Venganza Inmortal
Paranormale¿Qué pasa si un día mueres y la parca te da la oportunidad de vengarte con otro cuerpo pero con tu sexo opuesto? Sirl ahora será Shirley y engañará a los culpables. Viviana Valeria V.