El lado demonio de Blade está delante de mí, podría reconocer esa sonrisa a kilómetros, mientras su parte humana se encuentra detrás de mí y agachado en el suelo.
—Tu mirada dice que me recuerdas —exclama emocionado mi enemigo y veo un cuchillo moverse entre sus dedos, así que traslado mi mano en dirección a donde tengo el mío —. Esta es la primera vez que puedo moverme a mi total antojo, estoy feliz —Se reclame los labios y mira a su contraparte —. Aunque a él no parece gustarle —Vuelve a observarme —. Por cierto, estuve pensando, ahora que estamos separados, deberías llamarme de otra manera, aunque no me gastaré demasiado, llámame Badel —Mezcla las letras del nombre de Blade.
Frunzo el ceño.
—¿Para qué? Si voy a matarte.
Quizás ahora sí pueda deshacerme de él, ya que se han separado.
La sorpresa viene a mí cuando me ataca, pero Blade se pone en medio y recibe el cuchillazo, lo que provoca que su pecho sangre. De repente a Badel también le aparece una herida, entonces retrocede, sin embargo ambos se curan.
—¡Vete! —me grita mi amigo.
El demonio aprovecha la distracción, pero cuando va a intentar lastimarme otra vez se detiene y se queja, parece que forcejea consigo mismo.
—Mierda —gruñe Badel —. Sigo teniendo emociones molestas —retrocede.
Ambos siguen conectados.
Mi enemigo mortal, cambia de forma, en una especie de monstruo lleno de tentáculos negros, mezclado en una bruma oscura, parecido al padre de Blade. El bicho sube por las paredes y se achica cuando se adentra en una rejilla, entonces reacciono cuando se ha ido.
—¿Qué mierda fue todo eso? —digo frustrado y respirando con agitación. Giro mi vista a mi amigo, el cual camina nervioso hasta una habitación, abre una compuerta y se encierra allí —¡Hey! —lo llamo al seguirlo.
—¡Aléjate! —me grita.
Entro de todas formas.
Avanzo por el lugar, veo el cuarto oscuro, hay sangre, agua bendita, cadenas, jeringas y varios tipos de armas. Un sótano aterrador. Camino por el horrible sitio y alcanzo a Blade, el cual se sienta en una esquina a cubrirse a sí mismo.
—Bl... Blade.
—¡Déjame, vete! —Llora.
Camino despacio y acto seguido me siento en frente de él. Acerco mis manos a las suyas y se las quito de la cara, me encuentro con su rostro lleno de lágrimas. Con aflicción suspiro al verlo así, para luego sonreírle.
—Si eres el lado humano, ¿por qué te vas? Tienes conciencia, háblame, explícame, ya nada puede detenerte —le aclaro y lo observo detenidamente, tiene varios tatuajes, pero el de la estrella en su muñeca no está, el cual era el único que tenía la parte de demonio —. Te tatuas por alguna razón, ¿cierto?
—Así lo tengo controlado —Aleja sus dedos de los míos con mucha cautela —. Pero se ha ido, aunque todavía lo siento, está enfadado, mucho, va a tomar represalias.
—Entiendo.
—Te desea, debes tener cuidado —me advierte.
—Está bien, no pasa nada —Le doy dos palmadas en sus manos.
—No entiendes —Baja la vista —. Tener sentimientos por ti le irrita mucho, necesita deshacerse de ti lo más pronto posible.
—Entonces soy una buena carnada, deberías venir conmigo y ayudarme ¿No es eso lo que intentabas? No te quedes aquí, es tétrico.
—Tengo miedo —confiesa.
—Yo también, pero podemos ayudarnos mutuamente —Le ofrezco mi mano.
—No... —Niega moviendo la cabeza —debes protegerte de mí, aléjate, puedo lastimarte.
—Ya no, él no está aquí.
—Sí pero... no comprendes, soy un problema para ti, debo morir, si muero desaparecerá, pero te niegas a aceptarlo, soy el mismo monstruo que te violó, entiéndelo.
Frunzo el ceño y lo golpeo.
—Cállate, recapacita, no eres un demonio, eres mi amigo de la infancia, ¿de acuerdo? —expreso con mis ojos humedecidos.
Se queda quieto con la cara volteada, hasta que reacciona y la mueve despacio para observarme. Se toca la mejilla, así que me mira serio, aunque responde en un tono no muy convencido.
—De acuerdo.

ESTÁS LEYENDO
Venganza Inmortal
Siêu nhiên¿Qué pasa si un día mueres y la parca te da la oportunidad de vengarte con otro cuerpo pero con tu sexo opuesto? Sirl ahora será Shirley y engañará a los culpables. Viviana Valeria V.