34. Sádico

384 62 19
                                    

Mi corazón late con fuerza mientras camino por la vereda ¡Me besé con Blade! Soy imbécil, ni sé en qué estaba pensando ¿Me gusta? Quizás solo como me encuentro vulnerable pienso cualquier cosa. Sé que estoy enamorado de Jex, pero supongo que como él me ignora, me hace cometer estupideces. No, no estaba pensando en Jex cuando besé a Blade, ando confundido.

El celular suena y veo el número de Cruz en el marcador.

—Genial —exclamo con sarcasmo —. Mi otro amante.

Sí que me estoy convirtiendo en una mujer fatal, juego a tres puntas, aunque no le prometí nada a nadie. De todas formas voy a jugar a cuatro muy pronto. Necesito hallar a Terry, así que me dedicaré a eso. Rato después descubro que está en un bowling, así que me dirijo allí.

—Hola —Le sonrío cuando llego al establecimiento y me mira mal.

Es igual de simpático que su amigo. Nótese el sarcasmo. Creo que todavía es peor, al menos Cruz me sonríe. Y hablando del Rey de Roma. Estiro una sonrisa forzada cuando lo veo.

—No sabía que vendrías —acoto.

El moreno entrecierra los ojos pero luego me sonríe también.

—No contestas mis llamadas, pero no te preocupes puedo vivir con eso.

—Lo siento yo...

—¡¡Amor!! —Oigo esa voz chillona y la veo corriendo a la pelirroja con su vestidito blanco.

Cruz sonríe como bobo, luego reacciona y nos mira.

—Terry, finge que estás con esta —Me señala y frunzo el ceño —. Lo lamento bonita, si me hubieras contestado la llamada, no tendríamos estos problemas.

—Ni muerto —se queja el castaño.

Mierda, hubiera sido una buena oportunidad, pero Cruz no cambia de táctica para engañar a su novia, solo me cambia al chico.

—¡Enuel! —llama al que está tomando cerveza en uno de los sillones —¡Hazme el maldito favor! —expresa a regañadientes.

Por primera vez veo que se levanta, en la otra ocasión que lo conocí en el boliche bar, no habló mucho y se quedó sentado todo el rato. El tal Enuel se acerca, es bastante alto y largo, tiene los ojos rojos por tomar tanto alcohol o quizás droga. Se relame los labios y me observa.

—Vale, yo lo finjo —dice en un tono seco y apoya su mano de una manera brusca en mi hombro para acercarme hacia él.

Recuerdo que Cruz me dijo que si quería pasarla mal, Enuel era el indicado para esos juegos. De hecho parece una persona amenazante. Si lo encuentras en un callejón te asustarías, puedo asegurarlo, su mirada no tiene vida, parece muy fría.

—¡Cruz! —Marilyn abraza a su novio cuando llega, luego me mira a mí de muy mala forma —¿Qué hace esta aquí?

—¿Qué te importa? —exclama Enuel enfadado —Está conmigo, no te metas o te vas a morir —amenaza.

Lo reconozco, ese tono, da justo en palabras parecidas, es él, el sádico.

"¿Qué importa? Si de todas formas se va a morir".

Trago saliva, me quedo pálido, encontré a uno y no es exactamente el más tranquilo.

Venganza InmortalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora