Venganza Inmortal

43. Inocente

Es la noche, he venido a este bar gay porque me han dicho que Terry estaría por aquí. Lo bueno es que conozco el lugar como la palma de mi mano. De hecho es lamentable admitirlo, pero aquí conocí a Steven. Si logro sacarle la información que quiero a Terry, pronto atraparé a Gek, pero quiero confirmarlo, necesito estar seguro antes de cometer cualquier estupidez.

Sonrío cuando lo encuentro.

¡Bingo!

Me le acerco.

—Hola, Terry —Lo saludo y él sorprendido alza una ceja mirándome con los ojos bien abiertos.

—¿Me estás siguiendo? —expresa desconcertado.

Lo que digo, este chico es más inteligente, está más alerta, no es ningún cerebro de nuez como Cruz y eso también me confirma que no puede ser "el arrepentido", ya que ese fue quien dijo el nombre de su amigo, fue una estupidez que hizo, la cual me benefició.

—¿Qué? ¿No puedo venir aquí?

—Sí que puedes —Toma de la bebida que tiene en la barra —pero no te creo nada.

—¿No?

—No —dice cortante.

—Empiezo a pensar que tú fuiste la que escribió eso en el vidrio.

Trago saliva.

—¿Yo?

—Sí, una chica nueva viene a la universidad, justo después de que Sirl muere, dice que hay rumores sobre mí y me persigue como intentando averiguar algo, pues te aclaro, yo no hice nada, deja de molestarme.

—¿Y Gek? —pregunto y se sobresalta.

—¿Q... ¿Qué con Gek? —cuestiona nervioso y baja la vista —Ni lo conoces, no va a nuestra facultad.

—Solo digo —expreso sonriente —¿Son pareja ustedes?

—¿Qué te importa? —exclama arisco.

—No lo defiendas, hizo algo horrible —aclaro fríamente arriesgándome.

—¡¡No hizo nada, es mentira!!

—¿Qué hay del mensaje que le enviaste a Cruz? Dijiste que te largabas, que no querías participar de eso, ¿entonces qué? ¿Gek lo hizo por ti? Dime.

—No...

—Sabes que lo que hizo está mal, confiesa.

Gira su rostro de manera abrupta hacia mí, mirándome afligido. Parece que va a decir algo, pero se abstiene. Deja dinero en la barra y se levanta de su asiento.

—Déjame en paz —Camina mezclándose con la gente y lo sigo.

—¡Sabes que es verdad, Gek merece pagar por lo que hizo, no te respetó a ti como pareja, ni mucho menos a Sirl como persona, date cuenta!

Se detiene en el pasillo, cerca de la salida, donde hay menos gente, casi nadie, entonces se gira a mirarme.

—Aléjate de mí, loca.

Corro hasta él aproximándome más y me detengo a una distancia prudente.

—No seas cómplice, confiesa.

—No... —Baja la cabeza —no puedo.

—Terry, por favor, si eres inocente, di la verdad, no lo protejas —expreso en un tono leve.

Presiona el puño.

—No lo hizo.

—Mientes —insisto.

Mira hacia al suelo afligido, sus ojos están humedecidos y suspira.

—No, no puedo aceptarlo, no lo hizo —repite.

—Sabes que sí —Avanzo despacio hacia él —. Solo necesito que me lo cuentes, cómo lo sabes.

—Él... —Sus labios tiemblan —él dijo que... quería conocer como era, pero me prometió que no iría, yo... yo no lo sé —Se toca la cara mientras llora, su rostro se ha empapado de lágrimas —pero es cierto, me dijo que lo hizo —Cae de rodillas al suelo y se cubre la cara, sus sollozos se escuchan en todo el pasillo —. Lo hizo... ¿Por qué lo hizo? Es un mentiroso...

Me acerco despacio y toco su hombro al agacharme hacia él.

—Gracias —Sonríe algo afligido al verlo sufrir —, y lo siento mucho —Me levanto y me retiro.

Terry se queda en suelo, sentado y llorando allí, abrazándose así mismo. Parece que necesitaba decirlo y se negaba a aceptarlo, por eso estaba enojado. No creo que interfiera ni diga nada, pero de todas formas estaré alerta. La verdad debe ser muy duro descubrir que alguien muy cercano a ti haga tales atrocidades.

Gek, es tu turno de morir.