Venganza Inmortal

39. Culpa

Miro la estrella tatuada en la parte de atrás de mi hombro, le sonrío a Blade el cual se puso el mismo formato de dibujo en su muñeca, del lado de la palma, cerca de allí.

Salimos del lugar de tatuajes y nos saludamos con un beso para despedirnos. Mi celular suena y hablo con Cruz tranquilo, luego le cuelgo como si nada. Me dirijo a mi casa en esta mañana soleada y me encuentro con Jex, sentado en la silla del living.

—Te ves muy feliz —expresa la Parca sonriente.

—Lo estoy, me siento liberado.

Entrecierra los ojos.

—Ah, ¿sí? —pregunta y asiento.

—¿Qué pasa? —Alzo una ceja.

—No sé, yo soy el relajado.

—Pues te ves muy tenso, celosito —bromeo y revoloteo las pestañas.

Se levanta de su asiento y camina hasta mí poniéndose serio.

—No lo estoy, y empiezo a pensar que soy mala influencia para ti.

—¿No? —Ladeo la cabeza —¿Y por qué estás enojado?

—Acabas de matar a alguien y estás... ¿feliz? O sea entiendo que te estás vengando, pero me asustas.

—Oye, tú me dijiste que podía hacerlo —Frunzo el ceño.

—Sí pero...

—Para mí solo estás celoso, porque en vez de pasarla contigo me fui con Blade, ataqué tu hombría, lo siento.

—¿Qué te pasa? —expresa desconcertado.

—No sé de qué hablas.

—Te desconozco —Se gira dándome la espalda.

—No te entiendo —Hago puchero.

—Lo admito, sí estoy celoso —declara y siento mis mejillas calientes —. Pero tu comportamiento también me irrita.

—¿Qué comportamiento? —Alzo una ceja.

—Cuando yo maté por primera vez, no estaba muy satisfecho con lo que hice, me sentí liberado sí, como tú dices, incluso se lo merecía pero... —Hace una pausa —no me sentí bien conmigo mismo, es como si hubiera perdido la humanidad que me quedaba.

—Jex... —Me le acerco, quiero tomar su mano, pero se aleja.

Se aproxima a la ventana y apoya sus dedos en el vidrio, observando hacia afuera.

—Yo asesiné en un arranque de ira, pero no estoy orgulloso de eso —dice triste, puedo observar un brillo en sus ojos —. Creo que sigo cometiendo los mismos errores y te lancé a ti al mismo pozo —Me observa y me sobresalto —. Mírate, pudiste haber ido al Más Allá y estar tranquilo, sin riesgo de caer en el Abismo.

—Yo elegí hacerlo, no tienes que culparte.

—Yo te lo ofrecí —Gira su vista a la ventana —. Ni siquiera sé porqué te lo ofrecí —repite, se ríe y lo siguiente lo usa en tono irónico —. Por diversión, qué buen chiste.

—Jex —Doy unos pasos cerca de él —yo... es por Trinity, ¿verdad?

—¿Así que celoso? —Cambia el tema rápido, me observa y me sonríe —Ese nenito de papi no se compara conmigo.

Me río.

—Cuánto ego.

—A veces —Mueve los hombros —¿Quieres que te muestre como es un hombre de verdad?

Agarra mis mejillas con ambas manos y me besa, entonces nuestras bocas se unen con mucha adrenalina, nos seguimos besando con bastante pasión, hay intensidad en la conexión de nuestro tacto.