61. Fiesta

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Antes de que Cruz cometa una estupidez, lo saco de la casa y por raro que parezca, Blade solo se queda tomando su té, despidiéndonos con su típica sonrisa amigable.

—¡Escúchame, Sirl, Shirley o quién seas, nadie va a evitar que lo agarre a palos! —me aclara el moreno.

—¿Te oyes hablar? —Alzo una ceja —Me encantaría que lo golpees, pero no puedes, es un demonio, bueno, mitad —Me lo pienso —. Además, nadie te está robando a la chica y para terminar, tú ya la engañabas, así que el karma ya se te hizo solo, contrólate.

Hace un gesto triste.

—Okey, me lo merezco pero... —Bufa y señala la puerta —igual ese tipo es un peligro.

—Sin dudas —respondo sin expresión —. Aunque que te comportes como un loco, no hará que ella te crea.

—¿Y qué sugieres?

—No sé, pero no está haciendo nada todavía.

—¡No lo defiendas! —se queja.

—No lo... —Me doy cuenta entonces cambio el tema —¿Dónde está Jex?

—Se quedó ahí —Señala la casa otra vez.

Me pregunto cómo será eso de ser su ciervo. Me agarra piel de gallina de solo pensarlo. Si tan solo pudiera encontrar sus restos lo liberaría. Aunque por ahora no puedo hacer mucho.

~~~

Otro día de universidad comienza, veo correr a Marilyn por los pasillos tirando papeles y agarro uno.

—¿Una fiesta? —Alzo una ceja y la pelirroja se detiene, para acercarse a explicarme —¿Qué es esto?

—Al fin convencí a Blade de que haga una, tu amigo va a dejar de ser introvertido, ya lo verás.

Suena a trampa.

—¿Has visto a Jex? El chico que vino conmigo ayer a su casa —le consulto y ella alza la mano a señalarme algo, así que volteo mi cabeza —¡Ay! —chillo del susto cuando aparece al lado mío —Te dije mil veces que no hagas esas cosas ¿Dónde estabas?

—Trabajando —responde tranquilo y sonriente, mientras veo que la pelirroja se va —¿Qué sucede? —pregunta al ver mi gesto de preocupación.

—Una fiesta —Le entrego el folleto.

—Cuando un demonio hace una fiesta no es nada bueno.

—¿Y qué es bueno en tu mundo? —cuestiono y se ríe.

—Diría que los ángeles, pero tampoco son amigables ¿Vas a ir? —Vuelve al tema principal —Parece una trampa.

—Lo mismo pensé, pero si hay una fiesta, quizás todo el mundo está distraído y podríamos buscar tus restos, ¿no crees?

—No pienso que tenga mi cuerpo de humano en su mansión.

—A veces las respuestas son las más evidentes, yo lo aprendí a las malas —refiriéndome a Blade —¿Y qué dices? ¿Me apoyas?

—Podría apoyarte de otras maneras, pero de acuerdo —Se ríe.

Me sonrojo y le pego en el hombro.

—¡Pervertido!

Alza las manos en señal de rendición.

—No es mi culpa, hemos tenido tantos problemas últimamente, que ya ni siquiera nos hemos besado, algo tenía que decir.

—Pero... —Hago puchero.

—Además tu actitud fría me pone tenso —Baja los brazos.

—Deja de recriminarme como un amante necesitado.

—Pero si tú eres la que está enamorada de mí.

—Mejor cállate —Siento mis mejillas calientes.

Se ríe otra vez.

—Hace rato no teníamos una conversación de estas, qué bueno, ¿no?

Sonrío.

—No te lo voy a negar.

—¿Lista para destruir una fiesta? —Me ofrece su brazo y lo agarro.

—Encantado.

Venganza InmortalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora