37. Reloj

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Al día siguiente se escucha un grito, todo el mundo está corriendo alrededor del baño.

Blade se me acerca.

—¿Qué ocurre?

—¡Rápido, llamen a la policía, hay otro muerto! —grita un tipo mientras corre desesperado.

—¿Otra muerto? —Alza una ceja y me mira —¿Estás bien? —me pregunta al verme pálido.

Suspiro.

—No, no he dormido en toda la noche.

—Necesitas descansar, no te estreses —Me sonríe.

—¡Enuel está muerto! —chilla Terry donde está toda la multitud.

—¿Vieron lo que escribieron en el baño? —Se acerca Sery a nosotros —Alguien se burla de la muerte de Sirl —expresa indignada —¿Creen que haya un asesino serial en la facultad? —expresa con miedo.

—Qué asesino serial ni que nada —exclama Cruz sin importancia, caminando hasta nosotros y Blade lo mira de mala manera —¿Qué pasa? Tengo libertad de expresión, ¿lo sabías? —Sonríe.

—Tu amigo acaba de morir, ¿y dices eso? —aclara indignado el rubio.

—Yo no tengo amigos —dice molesto —. Además, estoy acostumbrado, he visto mucha gente morir en mi vida —Enciende un cigarrillo —. Mi padre siempre se encuentra metido en cosas que no debe.

Parece que le sigues los pasos.

—Se ve que te rodea la muerte —opina Blade.

—Mira quién habla, al que el amigo y el papi se le murió, que triste —exclama con sarcasmo.

Sery le pega en el hombro.

—¡¡Cállate, imbécil!! —expresa la castaña de pelo corto —¡¡No hables así de mi papá y de Sirl, eran buenas personas, no como tú, tú deberías estar muerto!! —expresa con mucha adrenalina.

Sery es tan energética.

—Sí, claro, el día que los muertos se levanten de sus tumbas —se burla usando más sarcasmo —¿Me dejan fumar o qué?

—¡¡No se fuma en el establecimiento, le diré a las autoridades!! —Se va corriendo.

—¡¡Cruz, necesitamos hablar!! —Se acerca Terry y presto atención.

—Cálmate, imbécil.

—Estoy preocupado por Gek —Suspira.

—No me vengas con tus homosexualidades —Se gira para irse y el otro lo sigue.

—¡¡Escúchame, por favor, es importante!!

Entrecierro los ojos y me gustaría seguir escuchando, pero sería demasiado obvio.

Quizás sí cayeron en mi trampa.

—En serio, te ves muy pálido —opina Blade y lo miro, así que me distraigo.

—¿Eh?

—Qué te ves mal, deberías descansar ¿Por qué no faltas hoy a clases? Te hará bien dormir.

—No, yo quiero prestar atención —expreso seriamente.

—No sé si podamos, quizás la policía se ponga a investigar y declaren duelo en la escuela, ya hubo dos asesinatos, deben estar alertas.

—Mm ¿Tú crees? —digo pensativo y frunzo el ceño —¿No hicieron nada cuando morí?

—¿Por qué estás tan seguro?

—Pues... —expreso confundido y bajo la vista —no sé, pero Enuel me lo confirmó.

—Lo sabía, fuiste tú —dice en un tono frío y me sobresalto.

Levanto la cabeza.

—Bueno, puse mi firma, ¿no?

—De hecho no lo vi, solo lo supuse, además los amigos de Cruz son solo esos, aunque él diga que no lo son, así que...

—Cierto, pero no te metas —advierto.

Sonríe.

—No lo hago, solo te cuido.

Frunzo el ceño.

—No necesito que me cuides, ya estoy muerto de todas formas.

—¿A dónde se fue mi amigo? Qué triste —Sonríe algo afligido y me sobresalto.

—Lo... lo lamento, pero ya no soy el mismo.

—Está bien, todos cambiamos alguna vez —Se gira para irse y lo detengo, entonces agarro su brazo, así que me mira —¿Qué pasa?

—Iré a tu casa a la tarde, juguemos videojuegos —Le sonrío.

—Vale, buscaré tu favorito.

Lo suelto entonces veo como se retira, entonces suspiro.

—Oh el amor —Me vuelvo a sobresaltar otra vez cuando oigo detrás de mí —. Qué lindo.

Sonrío y me giro para mirarlo.

—Jex, el celosito.

Se ríe.

—Por mí puedes jugar con quién quieras.

Hago puchero.

—Malo ¿A qué viniste?

—Tenemos un problema —Me entrega un reloj que se mueve de manera extraña.

—¿Qué es esto?

—Es un reloj de partida, todos los vivos lo tienen, este es el del cuerpo que te di, o sea que te hice. Cuestión, no debería moverse, porque no tienes ciclo de vida, sería imposible que la gente sepa que mataste a alguien, porque no tienes ADN de una persona viva. Alo que me refiero es que nos queda poco tiempo.

—No comprendo —digo confundido.

—Eso se moviliza porque mataste a Enuel, la Parca que lo fue a llevar al Abismo anoche, dió un aviso al Más Allá de que hubo una irregularidad, en pocas palabras, te van a venir a buscar.

—¡¿Qué?! —expreso impactado.

—Tranquila, no saben quien eres, solo piensan que alguien que no es del mundo de los vivos lo mató, y en cierta forma lo es, porque moriste, pero no creen que sea un alma quien lo hizo.

—¿Y quién sino? —Alza una ceja.

—No puedo decirte, reglas de Parca.

Otra vez con sus secretos que no son tan secretos, porque al final termina hablando.

Venganza InmortalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora