Verte de nuevo

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Lisa había llorado casi toda la tarde.... sin saber por qué. No era una persona que mostraba sus sentimientos fácilmente, o los dejara ver. Pero esa vez fue necesario sincerarse, ya que sentía que todo a su alrededor se caía junto a ella.

Nunca en su vida se había sentido tan confundida, y no sabía qué hacer, todo la llevaba a llorar. Lo bueno es que Rosé la había apoyado mucho, y le había dicho cosas muy buenas que hicieron que se tranquilizara.

Estaba claro que no aceptaría que le gustaba Jennie, según ella estaba muy segura que no era así, y quizá sí, no ocurría eso, pero sabía que podía pasar. Y habían aumentado las posibilidades desde que la besó, nunca tuvo malos ojos para la chica castaña, era bonita, linda y..... normal, pero sabía que era extraño posar una mirada en ella de gusto al saber por lo qué tanto han pasado. No negaba su belleza, pero, ella por qué, simplemente por qué no otra persona.

A Rosé fue la que hizo desesperarse, ¿Cómo es que Lisa no se daba cuenta? Por más que le decía que eso no estaba mal, no hacía caso. Y sabía que le debía de dar su tiempo, ella sola después lo descubriría. Tarde, pero lo haría. Su amiga no podía estar peor, jamás se había sentido tan confundida, y quería aclarar todo pero no podía, sabía que podía solucionar las cosas, pero la persona era quien la confundía, sus emociones las aclaraba, pero se negaba a que fuera Jennie, el orgullo le llamaba.

Y aunque no tenía ganas de ir al instituto, al día siguiente fue, sabiendo que se tenía que encontrar con ella, pero no le importó. Estaba pensando si en verdad la quería en su fiesta, de alguna manera Rosé tenía razón, la estaba evadiendo, pero para otras razones deseaba molestarla.

La quería evitar aveces, y.... en otras no, era tan confuso, era como luchar contra el bien el mal, pelear y negar sus emociones con la razón y el sentimiento; por eso no quería venir al instituto, pero tenía que enfrentar las cosas. Sabía que le daría vergüenza verla, que no podría evitar correr la mirada.
Trataría de actuar normal, como siempre lo hizo, Jennie no podía saber que estaba nerviosa de verla. Tenía todo que seguir normal, igual que antes, igual que cuando la molestaba, pero esta vez no lo haría tanto, sabía que si la dejaba de molestar, pensaría que lo hizo por el beso, y eso mostraría debilidad para Lisa.

- ¿Segura que todo bien? - Su hermano interrumpió sus pensamientos.

- Sí - Murmuró tímidamente, mientras guardaba los libros que hoy no utilizaría en el casillero.

- Está bien, te veo en la salida - Le avisó con tranquilidad.

- Saliendo del instituto iré..... iré a casa de Rosé - Le hizo saber.

- Está bien, no hay problema, me iré solo - Levantó los hombros. - Adiós..... -

- Oye, ¿p-puedes abrazarme? - Pidió. - D-De nuevo -

- Claro, Lis - Un tanto extraño, pero para él no había problema de abrazar a su hermana. - Te quiero - Acarició su cabello. - ¿Estás bien? - Lisa asintió. - Bien, ¿segura? - Obtuvo la misma respuesta. - Está bien, Lis. Tranquila - Kai se despidió de ella entrando a su clase. Y ésta solo suspiró.

- Lisa - Alguien llegaba a recibirla.

- Rosie - Intentó esbozar una sonrisa.

- ¿Sigues con lo de ayer? - Le preguntó en susurro. Lisa encogió los hombros en señal de que ni ella sabía. - Está bien no hablemos de eso ¿okey? - Le dijo con cariño y su amiga asintió.

Nos seguimos odiando ¿verdad? // JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora