Nos seguimos odiando ¿verdad? // Jenlisa

Lagrimas, y lagrimas

- ¡Jen! - Su madre no pudo salvar el vaso de cristal que cayó al suelo, pero sí a su hija. - ¿Estás bien? - Cuando la vio tambalear al querer levantarse corrió hacia ella.

- ¿Qué te pasa? - Fue lo que preguntó Jisoo asustada al ver a su mejor amiga.

- Nada - Contestó Jennie en seco. - Otra vez.... - Después susurró. - Otra vez Lisa ¡Me dejó! ¡Me dejó! ¡De nuevo! - Sus lágrimas se hicieron presencia, y lo único que pudo hacer fue irse corriendo a su recámara.

- Déjala - Murmuró suavemente, cuando vio a Khali preocupada; pensando en si ir por su hija o dejarla. - Deja que llore -

- ¡¿Bueno Jisoo qué te pasa?! - Khali se cruzó de brazos. - ¿Como te atreves a venir con una noticia así? -

- Ay, era mejor que se lo dijera, a que fuera a su casa siendo ignorada porque casualmente Lisa se largó con mi Rosie - Hizo un puchero.

- ¿Es en cerio? ¿Ella se fue o es una de tus bromas? -

- Es en serio, ella se fue. Supongo que.... que estaba muy enojada por lo que Jennie le hizo y por su intento fallido de casarse con ella - Suspiró Jisoo.

- ¡¿Le iba a pedir matrimonio?! - Oh, otra sorpresa para ti Khali.

Mientras tanto, Jennie se tumbaba en la cama a llorar, ahora definitivamente había perdido a Lisa para siempre. Eso era lo único que podía repetirse. La perdí, la perdí, la perdí. Y todo por mis estupideces. Se lamentaba mientras soltaba incontrolables y rebeldes lágrimas que salían de sus cuencas mojando su almohada.

Ella había pensando en hacer las cosas bien, en ir por Lisa. Porque la amaba, la necesitaba para poder vivir, era como su aire. Y sin ella no creía poder seguir viva, estaba dispuesta a no irse hasta que Lisa supiera cuanto la amaba. Pero lamentablemente...... se había tardado, como la última vez.

Sus lágrimas se escapaban llenas de melancolías, y sus penas se quedaban adheridas sin que pudiera huir del llanto. Tiene su corazón, tiene su pálpito.
- Me tiene a mí - Lloriqueó.

¿Pero ahora sin ella qué haría?
¿Qué haría?

(....)

- De nuevo - Susurró sentada en el asiento derecho de donde su mejor amiga se encontraba. - Otra vez estás llorando, Lis - La observó, pero rápidamente su amiga se limpio sus lágrimas volteando hacia la ventana del avión donde se encontraban.

- ¿Hice mal, Rosie? - Siguió observando la ventana. - ¿Hice..... hice mal en dejarla? Y-Yo.... yo sí me preocupo por ella, aunque ella no lo haga conmigo - Bajó la mirada.

- Yo creo que sí estás a gusto en irte, y quieres irte, está bien - Levantó los hombros.

- No me estás contestando - Esta vez sí la miró. - Hice mal, ¿cierto? Mamá tenía...... tenía razón - Intentó no llorar pero después de todo volvió a lo mismo. Rosé la rodeó con sus brazos. - A-Además le mentí, sí me gusta Tailandia, me encanta, lo amo, pero no pienso estar para siempre allí -

- ¿Volverás? - No recibió respuestas por parte de su amiga, tan solo respiraciones entre cortadas debido al llanto.

Y por lo tanto.... si antes Jennie estaba mal, ahora lo estaba peor.

- ¡Tú! ¡Tú y tú! Me mentiste - Le gritó sin querer.

- ¡Jennie! - La regañó. - No me estés gritando, yo no tengo nada que ver con esto -

- Ya no te creo, mamá. No, no - Lloró enterrando el rostro en su almohada. - Por eso Sunhyung tanto te hablaba, estaban planeando que se la llevaran de mi lado. ¿Por qué estuviste de acuerdo? ¿Por qué? ¿Por qué me haces esto, mamá? - Sollozaba.