Nos seguimos odiando ¿verdad? // Jenlisa

La sigo recordando

Narra Lisa.

Después de irme, y despedirme de Jennie porque sus padres habían llegado, regresé a mi casa, tarde, por cierto.
Kai no había llegado aún, pues al abrir la puerta me encontré con el mismo silencio que había dejado antes.
Me dirigí a la cocina y fui por un vaso de agua, lo bebí y ahora me encontraba en mi cama sin saber qué hacer, ya era tarde y solo pensaba si ¿dormir? Pero había muchos pensamientos en mi mente que no sabía ni cómo acomodar para que me dejaran en paz, quería platicar con alguien de esto, pero simplemente no había nadie con quien platicar, como siempre sola, deseaba hablar al menos con Rosé, con quien solo puedo sincerarme hasta el punto de llorar, solo con ella, pero sabía que era loco llamarle a éstas horas, además, que podía estar dormida ya. Pero como si leyera mi mente, Rosé comenzó a llamarme por teléfono.

- Hola, Rosie Rosie.... - Contesté.

- Lisa... - Sonaba preocupada. - Perdón por molestarte a estas horas, pero.... -

- No te preocupes acabo de llegar de la casa de Jennie - Le dije. - Pero dime, ¿qué pasa? - Estaba asustada.

- No puedo dormir -

- ¿Es eso? - Suspiré, me había asustado.

- Sí - Afirmó. - ¿Podemos hablar? -

- Estamos hablando - Reí. - Ven a mí casa entonces.... -

- Lis, no puedo... es tarde y mamá cree que estoy dormida - Me hizo saber. - Mejor ven tú a mi casa -

- Estas diciendo que tú madre cree que estás dormida - Reí de nuevo.

- Pues no importa, vienes a mi casa y le digo que te invite porque no podía dormir - Yo solo sonreí y acepté.

(....)

- Está celosa - Me dijo Rosé.

- ¿Como va a estar celosa por eso, Rosie? - Reí. Porque realmente no tenía sentido en lo absoluto. - Es algo muy estúpido -

- Te lo digo en serio - Me aventó una almohada que alcance a esquivar. - Jennie puede estar celosa por eso, ahora bien... tengo una idea - Sacó de un cajón un plumón negro. Yo observaba todo confundida. - Vamos a escribirte otra cosa - Aplaudió emocionada. Y yo me negué rápidamente. - Andaaaa, así Jennie estará más celosa, no le dijiste que fui yo la que te escribió eso ¿o sí? - Señaló mi brazo y yo negué.- Genial, o me mataría, siempre he pensado que tú le gustas a Jennie ¿sabes? - Giré los ojos como de costumbre cuando Rosé decía eso. - En serio. Ahora, dame tu brazo - Me ordenó y yo acepté, pero inmediatamente recordé algo.

- Hoy cuando observé a Jennie vino algo a mi mente - Le dije.

- ¿Qué cosa? - Desvío la vista de lo que estaba escribiendo y me observó atenta. - Recordaste que te gusta - Se burló.

- Tienes bonitos labios - No me refería a ella, sino a Jennie, a lo que recordé.

- ¿Ah? ¿De qué estás hablando? - Se llevó la mano a la nuca sin entender.

- Eso, Rosie. Eso fue lo que recordé - Conté. - Fue extraño porque yo estaba hablando con Jennie y..... -

- Querrás decir "estaba peleando" -