Cayendo siempre por ti

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- Y-Yo.... - Jennie intentó hablar.

- No se preocupen, no se preocupen - Su padre sonrió, y eso comenzaba a darle miedo a Lisa. - Solo vine a...... olvídenlo. Traje algo para ustedes - Se dirigió a la entrada de la puerta, y recogió unas bolsas blancas que estaban en el suelo, fue a la cocina y las dejó en la mesa.

- ¿Qué es eso? - Lisa veía todo curiosa. - No necesitamos nada, gracias. Así que..... así que llévatelo -

- Lisa - La regañó Tonhyung. - No seas orgullosa, conmigo no tienes por qué actuar fría, te dije que te entiendo, hija - Pero en todo esto Lisa veía algo extraño. - No quiero abrumar con mi presencia, así que me voy - Les dijo mirando a cada una, pero Jennie se encontraba con sus mejillas sonrosadas, y su padre rió. - ¿Eran amantes o algo así? -

- Papá - Le reprochó Lisa. No pudo evitar recordar a su madre por la chismosidad de las cosas, ahora sabía que su padre era igual. - Ya, por favor -

- Con que eran amigas, eh - Subió sus cejas de arriba abajo. Jennie no podía estar más avergonzada.

- ¡Papá! - Gritó Lisa. - Kai te.... te espera - Esto ultimo lo dijo con tanta tristeza que Tonhyung lo llegó a percibir.

- Lisa, deberías de hablar bien con él, está enojado, pero sé que lo..... -

- No, papá. Lo que hice fue.... fue..... sé que me odia - Finalmente concluyó.

- Mejor me voy.... - Estaba siendo un poco incómodas las cosas y para eso él no servía. - Después vengo, Lis - Se despidió de ella y después se acercó a la castaña. - Adiós, Jennie. Espero no..... tengas vergüenza conmigo - Se fue directo a la puerta y salió sin más.

- Lisa - La nombrada se acercó enseguida a la ventana y ver el auto irse de su padre. - Perdón por salir - Dijo avergonzada.

- ¿Por qué te.... te disculpas? - Lisa no entendía.

- P-Por eso, porque salí y me vio tú papá, sé que no querías que me viera, pero..... -

- Nini..... - Lisa se acercó y acarició su mejilla. - Yo nunca dije que te escondieras, no..... no quiero que lo vuelvas hacer, no quiero volver hacerlo, ni que tú lo hagas -

- Pero..... - Jennie fue silenciada con un beso en sus labios cortamente.

- Mi amor por ti no debe de esconderse - Se acurrucó contra ella. - Solo quiero ser libre y estar junto a ti -

- ¿Qué piensas de...,, de tus padres? - De repente preguntó con un miedo que se incrustaba en ella. - ¿Regresaras? -

- No - Respondió Lisa con una sonrisa. - ¿Tú..... tú quieres irte? - Inmediatamente Jennie negó. - Qué bueno, porque yo...... - Nunca había sentido un sentimiento así, y aprender a controlarlo le era difícil, lo único que sabía era que nunca quería que se fuera ese sentimiento de ella, que estar con Jennie ahora dependía, su compañía la quería siempre. - Nunca quiero que te vayas de mi lado - Confesó apenada. - En todo el sentido de la oración y-yo...... quiero estar para siempre contigo, para siempre -

Jennie tragó saliva fuertemente, no es que le aterrara estar siempre con Lisa, de hecho, le encantaría que así fuera, para siempre. Pero el temor de perderla algún día era inmenso, no quería que nunca se fuera. Su miedo supo ocultarlo con un abrazo, se aferró a Lisa como si su vida dependerá de aquel momento, de aquel abrazo. La amaba, está vez sin negarlo, ya era hora de que lo afirmara, mucho tiempo había estando dando vuelta con lo mismo, "solo quiero a Lisa, es muy temprano para decirle te amo, eso no puede ser, yo no amo a nadie". Pensamientos como esos se había llenado la mente, supo que nunca sería temprano, ni tarde para decir un te amo, supo que con todo el amor que sentía por ella bastaba con eso solamente, que si en algún momento creyó que nunca se enamoraría ahora lo había hecho, que en algún momento el mundo le preocupaba pues ahora no, pues ahora solo se conformaba con tener a Lisa a su lado, el amor que sentía por esa chica que tenía entre sus brazos hizo que todo su alrededor valiera poco ante lo que tenía ahora. La felicidad que sentía con ella era indescriptible ante cualquier otro momento de felicidad, se dio cuenta, supo que cuando pensaba en felicidad lo primero que se le venía a la mente era Lisa, no otra cosa, ni su ropa Chanel, nada, solo era Lisa, y siempre ella. El te amo le quería salir de sus labios, pero el temor salía de todos lados. Suspiró y después de un rato habló.

Nos seguimos odiando ¿verdad? // JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora