Nos seguimos odiando ¿verdad? // Jenlisa

Solo para mí

- Paso dos: Enamorarse - Pensaron al unisono. - ¡No! -

(....)

- Termina a mi hermano - La presionó.

- Tú termina al mió - Le dijo Lisa cuando finalmente dejaron de besarse.

- ¿Y qué pretexto pondría? - Preguntó. - Porque si haremos eso tenemos que buscar uno bueno, es..... es mejor decir la verdad, pero jamás me había dado tanta vergüenza de decir la verdad -

- Lo sé - Hizo una mueca. - Pero no puedes - Recordó Lisa. - Mamá te invitara a casa. Toma un poco de tiempo, pero tienes que pensar -

- ¿Qué? - Jennie se había confundido.

- Olvidalo, solo no podrás hacerlo ahora - Recomendaba. - Cierto, y ahora recuerdo que me pateaste en la cena con tus padres. Debería de estar enojada -

- No, yo debería de estar molesta. Actuabas con mi hermano como si todo estuviera bien - Frunció el ceño.

- No, pero yo debería de estar enojada -

- No, yo - Se apuntaba Jennie.

- Que no, yo - Se defendía Lisa.

- Yo - Seguía Jennie.

- Que yo -

- ¡Las dos! - Se desesperaba. - Las dos, Lisa. Después de todo tenemos la culpa. Tú por estar con mi hermano y yo por estar con el tuyo -

- Pero tú...... pero tú te la pasas con él - Hizo un puchero.

- Y tú te despides con besos de él enfrente de mí - Eso era lo que más le molestaba a Jennie.

- Pero tú también lo haces con mi hermano -

- Pero no en tu cara - Decía Jennie.

- Pero aún así lo haces, que asco - Lisa hizo una mueca. - No puedes, no puedes hacer eso -

- Tú tampoco puedes hacerlo, pero lo haces - Se cruzó de brazos. - Y lo seguirás haciendo - Fue consciente y admitió que tenía celos internamente.

- ¿Por qué no puedo hacerlo? - Le preguntó con descaro Lisa.

- No puedes, es raro, eso es muy raro, es...... es como si estuviera besando a mi hermano en tus labios - Aprovechó para mirarlos y verlos apretujarse entre ellos.

- Entonces estoy haciendo lo mismo - Abrió los ojos y fue imposible no contagiarse de su risita.

- Lo es - Quiso sonreírle. Pero no, su hermano y ella se habían besado hace unos momentos frente a su cara, no debía hacerlo, no se lo merecía. - Lisa, mala -

- Tú también lo haces con mi hermano - Le recordó. - Que horror de sabor debes tener, Jennie -

- Entonces quítamelo - La provocó. - Anda - Se calló cuando sintió los labios de Lisa posarse sobre los suyos en un beso apasionado. Era tan ardiente que Jennie nunca iba a poder saber exactamente qué es lo que sentía cuando la besaba.

Supo que Lisa estaba tomando el control de la situación y eso no le gustaba, así que agarró de su cintura y la estampó contra la pared, presionó su intimidad con su rodilla y Lisa soltó un leve jadeo. Pero después recordó algo.

- Alguien puede entrar y vernos -

- Tú siempre - Negó Lisa y entró a un cubículo con ella.

- Aquí no - Se quejó Jennie.

- Cállate - Le ordenó e hizo que se callara con un beso largo y profundo, era temerosa pero con Jennie se atrevía hacer cosas que ni ella sabía que podía hacer solo para disfrutar. Acarició su labio inferior pidiendo permiso para su lengua, y entreabrió su boca un poco más haciendo que sus labios encajaran más.