- Lo veo y no lo creo, lo veo y no lo creo -
- ¿Qué? - Preguntó Lisa. - ¿Qué..... Qué pasa? -
- Nada - Rosé intentó cubrir sus ojos con la palma de su mano.
- Lo veo y no lo creo - Repitió Jisoo.
- Ya, Rosé - Lisa retiró su mano. - ¿Qué no quieren que vea? - Lisa volteó en la dirección que Jisoo estaba viendo y solo suspiro, no podía creer la inmadurez de Jennie, qué acaso no lo molestaba besarse con Kai y después ir con Lisa, estaba harta de que ella sí haya cumplido en dejar a Jungkook y Jennie no pudiera hacer algo tan simple. Qué acaso podía vivir así todo el tiempo, qué acaso creía que Lisa nunca la vería en los casilleros tomando la mano de su hermano y besándose. Quiso ir a vomitar al sentir el asco incrustado en su estómago.
- No lo creo. ¿Qué demonios le pasa a Jennie? - Jisoo hizo cara de pocos amigos. - Pero la voy a jalar de las orejas, lo juro -
- Lisa - La mencionó Rosé preocupada por su carita.
- No me preocupa - Mintió Lisa. - Total, ella sabe lo que hace - Se fue caminando sin querer ver más.
(....)
Había pasado dos días, que para muchos no sería tanto, los cuales Lisa estaba esperando a Jennie y nunca recibía una respuesta de ella, parece que más bien todo estaba empeorando tanto así que Lisa llegó en dejarla esta vez en serio. No quería estar con una persona que solo estuviera jugando, sabía que entre más se aferrara a ella todo terminaria muy mal, no sabía que era claramente enamorarse pero no quería sufrir si es que ya lo estaba haciendo con Jennie.
Así que decidió alejarse, iba a darle la distancia aunque a su alma duela, porque no sabía qué hacer más hacer. Deseaba remediar la pesadilla, pero nada...... juro que voy a despertar. Pensaba siempre mientras veía a la nada.
Si llamando la atención de Jennie ésta no le hacía caso esperó que alejándose quizás y tan sólo quizás lo haría.- Lis, ¿Qué tienes? - Le preguntaba su hermano siempre que regresaba del instituto.
- Nada, iré..... iré a mi habitación - Ella siempre contestaba.
¿Y qué es lo que hacía en su habitación?
Nada, absolutamente nada más que dormir y pensar en Jennie. Sabía que podía buscar una repuesta, pero ¿en verdad valía la pena?No veía a Jennie desde hace dos días, no iba a su casa, escapaba siempre que apenas y lograba verla, para qué estar con ella si siempre terminaría escuchando lo mismo.
Ya estaba más que harta y Jennie solo la hacía sentir insegura, estando con él terminaba pensando que solo estaba jugando, aveces se aferraba creyendo que en verdad la quería pero si fuese así ¿Entonces qué hacía con Kai? Tan difícil era decirle que no lo quería que se fuera de su vista porque quería a su hermana, no exageremos. Pero quizá no diciéndole eso él lo entendería, los pretextos siempre están.No podía más, sabía que solo habían sido dos días sin ver a Jennie pero ya no podía, sentía que eran meses, años, siglos.
Su presencia la había dañado porque cuando no estuviera ella ¿Qué haría?
Pues ni ella misma sabía que estaba haciendo ahora, o sí, al menos estaba haciendo algo, llorar. No era muy lindo pero Lisa se había acostumbrado hacerlo.No sabía siquiera que había pasado con ella misma. Era una chica que iba a fiestas y se divertía hasta más no poder. Era alegre y no se preocupaba por lo que viniera en un futuro, le gustaban las sorpresas. No lloraba por nadie desde hace años porque sabía que no era necesario y no se desgastaría haciendo ello. No padecía por amor a una persona y ni siquiera necesitaba la compañía de alguien para ser feliz. No quería estar con una sola persona porque siempre se terminaría aburriendo de ella. No "quería" porque sabía que algún día le dolería hacerlo. No sabía que era nada hasta que Jennie había llegado, demasiadas cosas le habían pasado con ella que llegaba a pensar que era un sueño y que ahora como se encontraba era una pesadilla de la cual se quería despertar y ver que todo estaba bien. Aún no podía entender que hace unos meses atrás la odiaba tanto y que ahora la quería tanto.
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Nos seguimos odiando ¿verdad? // Jenlisa
Fanfiction- Nos seguimos odiando, ¿verdad? - Preguntó nerviosa de saber que tal vez la respuesta no sería un sí. Las dos se negaban aceptar lo que sentían, pues eran muy orgullosas. No se percataban que cada vez que se miraban a los ojos se enamoraban más, c...