Días nublados, con nubes grises lloviendo, y, se suponía que era verano, pero los días estaban grisáceos, igual como ella, lloviendo gotas de agua al igual que las lágrimas que derramaba en su almohada......
Si tan solo antes hubiera sentido lo que ahora sentía; jamás habría esperado tanto. Era solo.... confesarle. Hubiera preferido ver su reacción al decírselo con sus propias palabras, pero lo peor es que se había enterado de la manera más estúpida.
Se levantó de la cama y bajó hacia la cocina por un vaso de leche, que era de lo único que se alimentaba, con líquido blanquecino hecho por una vaca.
- Jennie.... - Su madre llegó tras sus espaldas y ésta volteó a verla sin ganas. - ¿Quieres cenar ahora? - Su hija negó. - No dejare que te sigas sin cenar -
- Pero.... solo no quiero - Parecía estar perdida, y sinceramente lo estaba. - Estoy bien, con esto basta - Señaló su vaso con medio contenido de leche. Después caminó bajo la atenta mirada de su madre y fue a sentarse en el comedor, sola, en aquella mesa sentada en una silla.
- Jen, hija. Lo siento, sabes que lo siento - No le gustaba verla así. - Aún puedes verla, puedes ir a su casa a pedirle perdón, volver con ella, decirle que la quieres, yo sé que ella... -
- No - La cortó viendo un punto en específico. - No puedo - Su voz se escuchaba dolida. - Ella me dejó, me dejó sola en aquella habitación como estúpida, y yo lloré, lloré y ella tan s-solo me vio por unos momentos y me dejó, me dejó, mamá. Lisa dijo que no quería verme - Sin querer estampo su frente en el cristal de la mesa y se quedó ahí.
- ¿Y te vas a quedar de brazos cruzados? - Lentamente se acercó a ella y corrió la silla que estaba a su lado para sentarse junto a Jennie. - ¿Le vas hacer caso? Ella solo está dolida, Jennie. Tienes que luchar para que te perdone, ella solo.... -
- Que no, no, mamá - Acomodó su posición. - Ella no solo está dolida, tiene algo más, yo lo vi en sus ojos, los conozco muy bien como para no saber qué es lo qué pasa. La vi y..... sus ojos, eran tan...... - Sin querer le comenzaron a salir las lágrimas de nuevo. - ¿Y si me odia ahora? ¿Y si lo hace? E-Ella piensa que..... que no la amo por mentirle, pero sí la amo, la amo mucho, más que a nada - El abrazo que recibió por parte de su madre la reconfortó pero sin embargo siguió dejando caer sus lágrimas en su pecho mojando su abrigo.
- Jennie - No sabía qué hacer porque jamás había visto a su hija llorar de esa manera, no era algo que precisamente pudiera controlar. Y tampoco es que pudiera ir corriendo hacia la casa de Lisa diciéndole "perdónala y vuelvan a estar juntas" porque no, era algo en que quizás podía ayudar, pero no le incumbía, porque esa era la decisión de Lisa. - No me gusta verte llorar, hija. Tienes que pensar en cómo acercarte a ella y volver a lo de antes -
- Pero ella no me quiere ver, a-además me dijo las cosas como si se estuviera despidiendo. Yo quiero estar con ella - Se quejó entre lágrimas. - Qué tal si pasa el tiempo y no me perdona, o me olvida. N-No podría con eso -
- No digas eso - La separó de ella para limpiar sus lágrimas. - Jen, sabes que no todo es perfecto en la vida. Tu padre y yo hemos peleado algunas veces hasta enojarnos, pero sabemos como solucionarlo -
- No lo entiendes, mamá. Esta vez fui YO la que me equivoqué. Lisa y yo no sabemos como solucionarlos porque.... tenías razón, somos unas infantiles, ella está enojada conmigo y lo que hará es alejarse, la conozco. Y yo..... yo solo me siento triste - Volvió a llorar. - Nunca quise mentirle, y-yo le iba decir, le iba a decir. ¿por qué tuvo que pasar esto? ¿por qué? Estúpido celular de Jisoo - Maldijo entre lágrimas.
- Pero ya no llores, hija - No sabía como detener su llanto desde hace tres días.
- Iré a mi recámara a ducharme - No tenía ganas de nada, apenas y podía levantarse de la cama. Pero sabía que el ser humano tenía necesidades.
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Nos seguimos odiando ¿verdad? // Jenlisa
Fanfiction- Nos seguimos odiando, ¿verdad? - Preguntó nerviosa de saber que tal vez la respuesta no sería un sí. Las dos se negaban aceptar lo que sentían, pues eran muy orgullosas. No se percataban que cada vez que se miraban a los ojos se enamoraban más, c...