DIA 5
Hace varios años que hago este viaje. Siempre la misma rutina. Primero Londres luego Cambridge y luego Londres de nuevo. Al final, Buenos Aires.
Aun me sorprende la movilización de cuerpo y alma, la transformación del estado de ánimo, el cambio de prisma a través del cual observo la vida, que produce la llega a Cambridge, será porque se me presenta como un pueblo sobrecargado de la esperanza adolescente.
Allí muchas veces anduve en bicicleta recorriendo librerías, allí me recosté mirando el cielo mientras un muchacho con cara de niño oficiaba de gondolieri.
Cambridge la ciudad donde no tengo edad. Me recibió ayer a la noche bastante tarde. Yo me presente ante sus ojos bastante cansada, un poco despojada del espíritu de niña que me regalan sus muros. La última vez que estuve alojada en ese hotel la vista desde la habitación era decepcionante. Se lo recordé al conserje. Por primera vez, la vista de la habitación me regalaba un paisaje tan bonito. Lo capturé en una foto. Una pequeña casa inglesa se aparece de frente y luego la calle hace una enorme diagonal y desde la ventana se aprecia como desaparece entre las lejanas laderas.
Estoy hospedada solo yo en el hotel.El hotel que él había reservado para los tres. El resto de la comitiva argentina, se albergó en las inmediaciones del colegio.
En Londres había sucedido lo mismo. Había estado aislada del resto.
Nada que pueda ocasionarme más angustia de la que la ya tengo. No se porque lo menciono, si ni siquiera empeora mi situación de enquistada soledad. Si hubiera sido él, que no soporta estar consigo mismo, hubiera sido un problema.
El pensándome sola, lo tiene que imaginar como una verdadera catástrofe y sin embargo no esta muy pendiente de ello. Y si lo tuviera presente y ni siquiera le hubiera importado?
Tantas cosas que hice por él, genera una expectativa permanente de que alguna vez hago algo por mí. Algo de verdad por mi, solo por mi, un real sacrificio. A veces, creo que ni sabe donde trabajo, cuantas personas están en mi equipo, cuales son mi tareas diarias, si la paso bien o mal, que almuerzo sentada en el escritorio mientras el almuerza en el hotel Alvear con cubiertos de plata.
Nada.
En el último tiempo él me ayudó a tratar de descubrir algo. Eso que otros tal vez pueden tener claro, pero para mi nunca fue una verdad.
La vida no es un ir y venir.
El que da, no siempre recibe o mejor dicho no de aquel a quien da. A veces veo mi vida y pienso que me fue mal. En el amor me fue mal, muy mal.
La relación nació asimétrica. Cuando una relación nace despareja, por mas afán que pueda poner en ella, sólo se consigue alejar las puntas.
Pero él no sabe nada de esto. Mis favores vienen dados, yo siempre puedo más, me las arreglo sola y soy fuerte e insensible. Creo que así me ve él.
No tengo corazón y mis sentimientos jamás se dañan, poseo según su mirada una capacidad de auto sanción que se renueva a diario.
Pero él tiene una gran incapacidad para conocer a la gente, si alguien le gusta, correr a cien mil kilómetros de esa persona es lo mas atinado que puede hacer el resto del mundo.
Sin embargo, la responsabilidad no es solo de él.
Seria de mi parte injusto poner sobre sus hombros la totalidad ignorancia y desconocimiento de la mujer que tiene a su lado. Soy una artista de la felicidad y el silencio. Una esposa artista. Y la verdad, mis dotes artísticos no son nuevas. De niña deseaba ser artista y no me faltaban propuestas para tentarme a intentarlo. Pero mi papá miraba la tele y decía " artistas, todas putas". Tal vez adivinaba mis pretensiones internas y conocía la manera más indirecta y cruel de aplastar mis sueños.
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LA DESVENTURA DE AMAR
General FictionTamara relata en su diario intimo la historia de su vida, en un viaje a su yo interior, a medida que avanza una historia que tomará cursos inesperados, frente a lo cual se despertará el temor a su muerte, el nuevo descubrir de sus fortalezas, y l...