Impredecible // Trueno

°20°

Acá me encuentro, sentada en mi cama con una taza de café en la mano mientras escucho a Spinetta, en este momento lo recuerdo mucho a mi papá, no es que no lo recuerde siempre, nada más que hay días que lo tengo más presente, como hoy.

Me acuerdo que siempre que lloraba por lo que sea, por qué mamá me retaba o mis hermanos me molestaban, por el colegio o lo que sea, él me decía que no hay mejor solución para tranquilizarme que la música, recuerdo que me sentaba en su sillón en su oficina ponía Spinetta o Cerati y me explicaba el significado de sus letras.

Papá era psicólogo, él siempre fue mi héroe, mi cable a tierra, fue un padre muy presenté en mi vida y su perdida me devastó, yo tenía 17 años cuando le descubrieron cáncer de páncreas, lo consumió en 3 meses, mi vida dejo de tener sentido en ese momento.

Entre en una depresión horrible al igual que mi familia, mamá vivía dopada por calmantes. De un día para otro se fue nuestro pilar y su perdida se hizo muy notable.

Él era de esas personas que su presencia se notaba y su ausencia mucho más, era espontáneo, simpático, con un corazón enorme, siempre estaba tratando de ayudar a todos, daba clases de psicología en colegios de bajos recursos, lo hacía sin intención de recibir algo a cambió, lo hacía por gusto, ayudaba en una organización de mi pueblo para gente de clase baja donde el gobierno estaba ausenté.

Un hombre con todas las letras y un padre ejemplar, si yo tenía algún problema o curiosidad siempre recurría a él, eso no quiere decir que me lleve mal con mi mamá, al contrario con ella me llevo muy bien, pero la conexión que tenía con mi papá era única, es única.

A veces cuando estoy muy mal internamente como hoy, pongo Spinetta, me siento y le empiezo a contar por qué me encuentro mal, por ahí para los demás es una boludez o no lo entenderían pero para mí es algo que me da paz, se que él me escucha y está conmigo en todo momento.

Siempre fue mi ejemplo a seguir y por él salí de esa depresión, sé muy bien que no quería verme mal y aparte siempre le dije que yo de grande quería ser como él, psicóloga y poder ayudar a esa gente que piensa que la vida está en su contra, poder ayudar sin esperar nada a cambió y gracias a él hoy estoy de pié.

Siempre me dijo "no dejes que nadie te haga sentir que no sos suficiente, todos somos suficientes a nuestra manera y si nos proponemos algo en la vida, si realmente sentimos que es nuestro sueño, tarde o temprano lo logramos" y tenía razón, mi sueño es ser psicóloga y cuando él falleció pensé que nunca me iba a recuperar y eso llevaba a que no quería terminar el colegio y la universidad la veía tan lejos, pero algo me hizo click en la cabeza y pensé que si yo seguía en ese estado no iba a poder cumplir mi sueño y estaba segura que mi papá no quería verme así, y fue irónico que su perdida me haya tirado abajo y sea lo mismo lo que me dé el empujón para poder salir de ese pozo y cumplir el sueño que siempre tuve, en honor a él.

—en este momento me siento una estúpida—sonrió mientras me limpio las lágrimas—no se en que me metí, va si lo sé, yo permití esto y ahora estoy muy jodida, como puede ser posible que alguien me haga sentir tanto en tan poco tiempo? Seguro vos tendrías un buen consejo para este momento o un buen chiste para hacerme reír—agarro un pañuelo descartable y me limpio la nariz—no estoy enamorada, esa palabra es tan grande, pero él me hace sentir en el aire, es un idiota lo sé, pero a pesar de que sé que se va a comportar como un idiota, siempre espero verlo, no se si es muy rápido para hablarte de él pero como dije antes, en tan poco tiempo me hizo sentir tanto—niego con la cabeza y respiro profundo—ya le dije que me deje en paz, creo que lo hice a tiempo, si dejo que siga entrando en mi vida va a costar más decirle que se vaya, eso me enseñaste vos, que la vida te da pequeñas señales, solo hay que saber interpretarlas, creo que fue una señal de que aunque me haga sentir tantas cosas lindas, no es para mí—un pequeño sollozo sale de mí, hace mucho no me sentía así—te extraño y necesito tanto pa—finalizo limpiándome la nariz.