—mira donde te vengo a encontrar Luz—dijeron adelante mío, levanté la mirada aunque ya sabía a quien le pertenecía esa voz—es raro verte en un banco y sin fotocopias—se rió y se acomodó a mi lado ocupando el lugar de Dani que en cualquier momento vendría, me supongo
—Liz, me llamo Liz—intentaba sonar cortante por qué realmente no me gustó su forma de hablarme la última vez.
No pude evitar mirarlo, tenía un jean negro un poco remangado, unas zapatillas blancas y una remera blanca con la estampa del rostro de alguien, estaba bien peinado se notaba que se tomó tiempo en arreglar sus rulos ya que estaban ordenados, en su mano tenía un vaso y con la otra jugaba con el arito de la nariz, estaba realmente hermoso.
—me gusta Luz—sonrió mirándome así que corrí la mirada rápidamente—no pensé que te guste ésto—hablo extendiendo su mano apuntando todo nuestro alrededor
—a mi me gusta que me llamen por mi nombre—dije sería y se rió peor, ignoré sus otras palabras.
—no te enojes Liz—mantenía su mirada fija en mí y eso me ponía nerviosa.
No eran los mismo nervios que me provocó Dani al hablarme, Mateo me provocaba unos nervios que venían desde mi estómago expandiéndose a todo mi cuerpo dejándome la boca y garganta seca sin poder fluir en la conversación, al contrario de Dani, con él si pude hablar fluido aún estando nerviosa.
—que lastima que esté tan oscuro—dijo mirando para adelante
—por que?—cuestione y por fin me decidí a mirarlo aprovechando que corrió su mirada
—por que no puedo ver cuándo te pones colorada y resaltan tus pecas—se rió y me miró, cuando nuestras miradas se encontraron todo el mundo se frenó o eso sentí.
"Que mierda haces conmigo Mateo Palacios?"
—trueno—la voz de Dani me salvó logrando desconectar nuestras miradas
—Dani amigo—contesto Mateo chocando la mano con él—todo piola?—pregunto el morocho
—si tranqui, los pibes están allá—apunto a nuestra derecha—nos desencontramos todos—dijo riéndose.
—si le hable al wosi pero no responde—contesto Mateo
—debe estar en cualquiera—se rió Dani—toma tu clásico—dijo dándome un vaso con fernet mientras me sonreía inocentemente.
—gracias—le sonríe aceptando el vaso bajo la mirada atenta de Mateo.
—se conocen?—pregunto
—algo así, hace un rato—contesto Dani riéndose
—piola—dijo Mateo asintiendo muy sonriente.
—ustedes se conocen?—esta vez pregunto Dani
—eh..—iba a responder pero Mateo lo hizo por mí
—no—dijo frío sin mirarme, su semblante paso a ser serio, muy serio—me voy con los pibes wachin—le dio unas palmadas en el hombro a Dani y se fue sin mirarme.
Dejándome incrédula sin entender por qué tenía esos cambios repentinos de humor, sin respuesta alguna y con Dani sonriéndome enfrenté decidí por omitir lo sucedido con Mateo y tomar de mi vaso.
—seguro no se conocen?—hablo Dani acomodándose a mi lado
—no, va yo sí por qué es conocido es obvió, pero de otra manera no—hable apoyando la respuesta del morocho que todavía no logro descifrar.
—lizita—escuche que gritaron.
—ay no puede ser—dije tapándome la cara
—lo conoces?—pregunto Dani mientras miraba con el ceño fruncido a Agustín que se acercaba feliz a nosotros
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Impredecible // Trueno
Teen FictionAlguna vez escucharon la frase "La vida es impredecible", mi vida es un claro ejemplo. Después que me mudé a la capital de Buenos Aires mi vida se basa en momentos tan impredecibles y todos ocasionados por una sola persona, no, no por mí, si no por...