°24°

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—ay no sé si ir Jaz—dije tirándome en la cama

—vas a ir Liz, osea todavía no confío en él pero me dio ternurita que venga hasta acá a invitarte, dale anda y fíjate que onda—dijo ella desde la puerta de la pieza.

Mateo acaba de venir hasta acá a invitarme a una juntada que hacía una amiga de él, la piba le dijo que podía llevar a alguien y él pensó en mí, sinceramente no sabía que hacer, tenía miedo que otra vez me haga lo mismo que me hizo en el bar, lo bueno es que queda acá cerca del edificio osea en La Boca, sería más fácil escaparme.

—llego Dami, bajo a abrir mientras vos te cambias dale nena que en 1 hora te pasan a buscar—dijo mi amiga saliendo de la pieza.

"Que carajos hago?"me pregunté yo misma.

"Anda no perdés nada y así lo pones a prueba" contestó mi subconsciente.

Me levanté no muy convencida y busque que ropa ponerme. Decidí por un jeans apretado, un top negro con una campera de jean negra con roturas y unas zapatillas blancas, iba bastante sencilla ya que era una juntada en una casa.

[...]

—bueno ya llegó así que me voy, pásenla lindo chicos—les dije a Jaz y Dami.

—cuidate y cualquier cosa me llamás sí?—dijo Jaz, solo asentí.

—cuidate peque—me dijo Dami.

Los saludé y salí, baje por el ascensor, ahí estaba él en su moto, tan hermosos como siempre, con un pantalón negro de joggin, una campera negra y sus zapatillas blancas.

—hola pecosa—me miro de arriba a bajo—estas muy linda—dijo logrando que me sonrojé.

—hola, gracias vos también—me dio el casco, me lo puse y me subí.

En menos de 10 minutos llegamos, mis nervios aumentaron a mil, estacionó y engancho los cascos a la moto, me agarró la mano como siempre lo hacía no se por que y entramos.

Lo veía que buscaba a alguien con la mirada y sonrió cuando lo logró, me estiró un poco llevándome hacia la rubia que siempre está con él.

Había bastante gente, las luces apagadas y habían de colores, la música bastante fuerte y mucho humo de porro y tabaco lo podía sentir.

—Becky—la llamo bastante fuerte por la música.

—al fin llegaron—dijo ella dándose vuelta, abrazo a Mateo, me sentía rara ya que él no me soltaba la mano y ella se le colgó del cuello—Liz—grito y me abrazó como si me conociera de toda la vida, miré a Mateo frunciendo el ceño sin entender y él solo se reía—soy Rebeca la mejor amiga de esté raro—dijo apuntando a Mateo, sentí un gran alivio al escuchar quién era, no se por qué.

—hola un gustó—dije

—que me decís raro boba—se quejó Mateo.

—mentira negro sabes que jodo—le despeino los rulos—es un raro vos me entendés—me susurró a mi, me estaba cayendo bien esta chica—bueno vayan a disfrutar de la noche, en la cocina están las bebidas, Teo servile lo que quiera—le dijo a Mateo.

Fuimos a la cocina de la mano—fernet no?—pregunto Mateo y asentí sonríendo—disculpame si Becky es así muy exagerada, es su personalidad—dijo mientras preparaba el fernet.

—mira si me vas a pedir perdón por eso—me reí—me cayó re bien—confesé

—se va a poner re gede cuando se enteré que te cae bien—dijo riéndose

—por que?

—por.. —la voz de una mujer nos interrumpió.

—llego mi gran amor—dijo una piba, esa voz la conozco muy bien, es una de las voces que escuche en el baño del bar y es una de las chicas que estaba con la rubia ese día.

Impredecible // TruenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora