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Llegamos a la casa de Mateo, sube a la vereda con la moto y rodea la casa por un pasillo que lleva a una puerta, frena adelante de esta y se baja yo igual.

Se saca el casco, yo también, abre la puerta que da a un patio trasero que divide como si fueran dos casas.

Se pone de costado y entra la moto sin subirse, atrás entro yo.

—toma cerrás por favor—me tira las llaves y hago lo que me pide mientras él acomoda la moto.

Me acercó esperándolo.

—vení es acá—me hace seña.

Abre la puerta de lo que parece una pequeña casa pero al entrar veo que es una pieza, hay una cama de dos plazas, un placar al costado, enfrente un mueble con una tele encima, del otro lado un sillón y al lado de este un escritorio con una Netbook y una silla de escritorio roja.

Hay otra puerta cruzando la cama, al lado del placar que está entre abierta y se puede ver que es el baño.

Las paredes son blancas, el techo del lado del sillón y escritorio es de madera y del lado de la cama es blanco.

Tengo que admitir que es bastante desordenado pero la cama está bien hecha.

—ponete cómoda pecosa, querés seguir con el fernet o tomar mate o agua o gaseosa?—pregunta y me río

—fernet está bien—contesto.

—bueno lo voy a buscar—se acerca al escritorio y agarra unos cuadernos, un vaso y estaba por desenchufar la computadora y me mira—la necesitas para estudiar?—pregunta

—no no, traje todo ya—contesto sonriendo

—ah bueno la saco así tenés más lugar, acomódate acá si querés o en la cama o donde quieras pecosa me voy a buscar eso—deja los cuadernos en el mueble de la tele y sale de la pieza.

Me siento en la silla del escritorio y empiezo a sacar mis cosas, abro mi cuaderno gigante donde resumo lo que tengo que estudiar y reviso por dónde me quedé para buscar o en los libros o en las fotocopias, una vez que me guío abro la cartuchera y saco uno de los marcadores y arrancó sin ganas pero lo tengo que hacer.

—fa no tenés que estudiar nada eh—dice Mateo dejando un vaso de fernet en el escritorio y viendo la cantidad de cosas que tenía ahí

—estresante te juro—digo agarrando el vaso y tomo un poco, él se sienta en el sillón al lado mío y me mira tomando de su vaso.

—me podés contar que pasó con Celeste?—pregunta, suspiro y lo miró

—cuando fui a preparar más fernet ella entró atrás mío y empezó con sus amenazas de nuevo pensando que me iba a callar, pero está equivocada—levanto los hombros

—no se por que la sigue la verdad, no me cabe y ya voy a hablar con ella—dice enojado

—no hables nada, ya está ya pasó y ya le dejé claro que no me pienso dejar pisar por ella—dije recordando lo enojada que estaba

—si me di cuenta que se lo dejaste claro, no te tenía así pecosa, me gusta que te hagas respetar—sonríe y provoca que yo también lo haga.

—en realidad no me gusta todo eso de peleas o discusiones, pero me agarró en un mal día y bueno ella se lo busco—hice una mueca con la boca y volví a agarrar las fotocopias

—un mal día? Que pasó?—vuelve a tomar mientras me miraba fijo, trago saliva y lo miró

—problemas familiares—contesto—me pone mal por qué estoy lejos y no puedo hacer nada más que hablar a través de un celular—suspiro pensando en mi mamá

Impredecible // TruenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora