°34°

5.2K 355 238
                                    

Que irónico que rapear me llene tanto que sea mi carrera, que las palabras sean mi carrera y mi vida y en este momento me cuesta unir aunque sea dos palabras.

—mira Mateo quiero ser sincera con vos va siempre lo fui pero hoy no me quiero callar—habla ella ya que yo me quede en silencio—no vine para que te quedes en silencio otra vez, vos quisiste esto no yo, pero si no querés o te arrepentiste está todo bien, pero ya no juegues a esto de que si que no por qué no lo tolero más—en su voz encuentro mucha firmeza.

—no estoy jugando—me limitó a decir

—es lo que demostraste desde el principio—baja la mirada a sus manos, suspiro

—Liz créeme que me cuesta mucho ésto, no soy bueno hablando y menos si se trata de mí, lo estoy intentando, lo quiero hacer por eso estás acá—la miraba fijo, ella no lo hacía.

—bueno te escuchó—dice ella y me mirá, esos ojos miel que me vuelven loco.

—hubo alguien en mi vida—siento tristeza en mi al recordar—fue alguien muy importante, la conocí muy de pendejo, al pasar el tiempo decidimos estar juntos—trago tratando de contener todas mis emociones, no por qué la extrañe ni mucho menos, si no que me marcó mucho.

—no es obligatorio esto ey—se da cuenta que me cuesta.

—lo quiero hacer—la miro a los ojos y ella asiente—dos años de novios—asiento varias veces mirando mis manos—la ame y también la odié, éramos la típica parejita feliz, todo hacíamos juntos, me acompañaba a los eventos o shows, compartía con mi familia y yo con la suya, hasta nos fuimos de vacaciones—me pasó la mano por la cara, nunca hable de esto con nadie más que con mi viejo, Camí y Becky, pero ellos pasaron todo esto conmigo.

—Puedo saber cómo se llama?—pregunta y la miró.

—Lara—asiente—de un momento a otro todo eso que hacíamos juntos se fue desgastando, no se por qué, solo paso y las cosas se me fueron de las manos, ella se llevaba muy bien con mi mamá, siempre se juntaban a tomar mates o comer cuando yo no estaba y Lara no podía viajar conmigo—hago una pausa y respiro profundo.

—Mateo—la miró—no quiero que esto lo hagas por mí decisión en serio—solo necesito soltarlo.

—empezaron las peleas, pensé que era como toda pareja que pelean a veces y nada más, pero no fue así, eran cada vez peores y siempre yo accedía a tragar todo lo que me hacía sentir solamente para que dejemos de pelear, un día a una semana de cumplir los dos años de novios, me voy de viaje por tres días, estábamos super bien, pasamos la noche juntos, me acompaño hasta el aeropuerto como siempre. Durante el viaje hablamos poco y nada siempre tenía una excusa que en ese momento me las creía—sonrió negando mientras ella me mira con pena y eso me está desarmando, no quiero que sienta pena por mí.

—queres agua?—pregunta dándome la botella, acepto, creo que está igual de nerviosa que yo.

—vuelvo del viaje y ya se me hizo raro que no me vaya a buscar, llegue a mi casa, deje todo y me fui a buscarla, la encontré en su casa, saludé a sus papás y fuimos a su pieza, lo primero que hice fue abrazarla pero ella me alejo, me dijo que teníamos que hablar y eso nunca es bueno—me rió—nos sentamos en la cama y me confesó que tenía un atrasó de tres semanas—Liz abrió los ojos muy sorprendida.

—osea que..—deja sin terminar la frase

—en ese momento no supe que hacer, posta sentí como la sangre se me congeló, eramos pendejos para eso sinceramente pero me iba hacer cargo ni a palo la dejaba sola, se lo dije—niego y suspiró acordándome de ese momento—su respuesta fue que no hacía falta por qué no era mío y lo iba a abortar—la mandíbula se me tenso y Liz abrió la boca bastante sorprendida.

Impredecible // TruenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora