Impredecible // Trueno

°56°

Hoy le sacaron el yeso a Liz, nos dijeron que el codo lo tiene bien y que iban a empezar la kinesiología en ese brazo también, ya que le hacen en todo el cuerpo por el echo que está sin movilidad para que no se entumeciera.

También le sacaron el drenaje que por suerte ya dejó de drenar líquidos y sangre, con eso también le sacan la venda de la cabeza y solo le ponen unas gasas en la zona de la herida.

Hoy la voy a ver sin esa venda, va a tener la carita más descubierta, también le sacaron el anillo y eso me bajoneo, lamentablemente no puede tener nada, ni cadenitas, aritos, pulseras, ni anillos, así que se lo deje igual en el cajón de la mesita de luz que hay al lado de su cama.

Eso quiere decir que hoy de cumple un mes que está en coma, ya había pasado un mes de todo esto, ella sigue dormida y yo destruido.

Hoy se cumpliría un mes de novios si es que su respuesta era un sí claramente, pero eso me la baja mal también, así que hoy no es un buen día.

Cada día me pesa un poco más, la extraño muchísimo y la necesito mucho más, sigo con la esperanza intacta al igual que la fe de que en cualquier momento despierte y volvamos a estar juntos, que vuelva a estar bien y poder hacer su vida normalmente.

Por otro lado, ya empecé a armar el tema y va todo más que bien, si seguimos así  el mes que viene ya lo terminamos y me re sirve por qué justamente lo quería para el mes que viene.

Salí de mi casa, saque la moto y me fui a buscar a Jaz y de ahí al hospital, tenía que pasar por el departamento así que quedaba de pasada y ayer a la noche arreglamos ir así.

[...]

Ya habíamos llegado al hospital, otra vez estábamos solos, Jaz estaba media rara y no sabía si quería hablar pero le pregunté.

—che vos qué onda? Estás apagada hoy, se que no es un buen día pero..—hablo haciendo una mueca con la boca

—hoy se cumple un mes—susurra.

—si lo sé, pero aparte de eso, te pasa algo más?

—ayer como medio que discutimos con Dami—agacha la cabeza

—por? Va si querés contarme si no todo bien—me sentía como que estaba tomando mucha confianza, pero por ahí necesitaba hablar con alguien.

—en si me enoje yo con él, se que tiene razón pero en ese momento lo tome a mal y me saltó la chapa lo mandé a la mierda—dice y sonríe.

—en que tiene razón?

—estábamos estudiando, viste que estamos en la misma carrera—asiento, Liz me había contado—bueno me dijo que estoy dejando de lado los estudios, que él me entiende por lo que estoy pasando, pero que no tendría que dejar de lado la carrera—rodea los ojos—tiene razón, no estoy haciendo nada, me desconozco, me enoje en ese momento por qué sentí que no me entendía por lo que yo estoy pasando—suspira—yo creo en ese dicho cliché de que todos tenemos nuestra media naranja, bueno hay medias naranjas para amores y también para amistades, Liz es mi media naranja, es mi otra mitad, la que me complementa, mi hermana, mi compañera de vida, mi mejor amiga desde jardín de 3 años, es mi familia—veo que los ojos se le llenan de lágrimas.

—no es que no te entiende, ellos los que nos acompañan en esto, tratan de ayudarnos, tratan de que no dejemos de hacer nuestras rutinas por así decirlo, por qué aunque nosotros no lo veamos, esa rutina es lo que no nos deja caer completamente en depresión, por qué te obliga a salir de tu casa, a tener la cabeza ocupada, y hacer algo más que solo acostarte a llorar o venir acá a verla, y no es ser egoísta o sentirte mal por qué vos seguís con tu vida mientras ella está acá, es todo lo contrario, tenemos que seguir nos guste o no, por ella—hablo mientras acarició su espalda.