Impredecible // Trueno

°35°

—ahí te empezaste a comportar como un idiota—dice sería y me río

—si, pero hay un por qué, siempre fue miedo, miedo a sentir algo más por alguien, miedo a ser vulnerable, me ganaba el miedo siempre, fue más fuerte y me odiaba que sea así por qué—en este momento las palabras se empiezan a trabar, por qué me cuesta tanto.

—por que?—pregunta

—por qué..—respiro de nuevo, siento que estoy traspirando.

—otra vez el silencio, está bien creo que fue suficiente—dice y veo decepción en su mirada.

—mira—agarro su mano y la apoyo en mi pecho—sentís como se pone el boludo?—le pregunto y me mirá—por eso me daba miedo, por qué me hiciste sentir con el corazón otra vez, después de tanto tiempo empecé a sentir cosas por alguien y me cagué todo posta, no quería admitir lo que me pasaba, no quería aceptarlo y te lastimaba, te tenía cerca y me hacías sentir tan bien, me llenabas de paz, me volvías vulnerable y eso me aterraba, que hacía? Salía a correr y así te fui lastimando sin querer, créeme que yo también me lastime todo este tiempo—confieso y ella sin sacar la mano de mi pecho me miraba con los ojos llenos de lágrimas—te juro que nunca fue mi intensión, me dolía más a mí hacerte sentir así. Pero pasó algo la última vez que nos vimos, eso que pasó más tus palabras y que me pidieras que me aleje de tu vida se que fuiste muy sincera, eso me hizo saber que no puedo seguir así, no te quiero lejos, no te quiero lastimar más, me cuesta un huevo todo esto ya sabes, pero te juro pecosa que quiero cambiar, quiero cambiar por mí, por vos, por qué me di cuenta que no te quiero perder y vos te mereces mucho más de lo que yo te podía dar, y quiero llegar a eso, a poder darte lo que necesitas—dejo salir todo o casi todo, pero creo que es lo que importa y lo que necesito que sepa.

°Liz°

Me quedo sin saber que decir solo lo miro fijo y aún con mi mano en su pecho puedo sentir su corazón latir con fuerza.

Mi corazón está igual que el suyo, un terremoto de emociones arrasa mi cuerpo, ese cosquilleo en la panza es cada vez más fuerte.

Todavía estoy en shock con todo lo de su pasado y ahora me tira todo esto, es mucho para mí pobre corazón.

Estoy tan jodidamente enamorada de él que esto es algo que me hace amarlo más, por qué se está mostrando tal cual es, lo que tendría que haber hecho hace rato, pero es verdad lo que dicen, no tenemos que juzgar a nadie si no estamos en sus zapatos, Mateo Palacios tenía sus razones para ser un idiota, ahora que las conozco puedo entender su comportamiento, eso no quita que me haya lastimado mucho.

—Mateo me hiciste sentir muy mal, sentí que era tu juguete del mes, me usabas y me descartabas cuando obtenias lo que querías y la última vez, esa si me dolió mucho—me limpio las lágrimas que caen por mis mejillas—pero te entiendo—veo que se sorprende—entiendo que esa era tu forma de protegerte, cuando perdemos a alguien que es muy importante para nosotros de una u otra manera creamos un caparazón para que eso no nos vuelva a pasar y no nos damos cuenta si por eso lastimamos a los demás—él solo me miraba asintiendo—fue muy triste lo que te pasó, me dolió a mi no me puedo imaginar por lo que pasaste vos, se que dolores grandes te cambian, no quiero justificarte por qué yo no tuve la culpa de tu pasado, pero te entiendo y te pido perdón por juzgarte sin saber tus motivos—agacho la cabeza por qué en este momento me siento mal al acordarme de la manera que lo trataba.

—ves por qué sos diferente a los demás—dice acariciando mi mejilla—Liz se lo que hice, se como te lastimé y me siento horrible por eso, ojalá hubiesen sido diferentes las cosas, pero fueron así. Vos no me tenés que pedir perdón, no sabías que pasaba, no me conocías e igual me diste muchas oportunidades y te agradezco eso, y también gracias por entenderme—lo miro a los ojos, respiró profundo y habló.