Siento su mano bajar por mi panza hasta el inicio de mi pantalón y los nervios aumentan cada vez más.
Él sigue besando mi cuello y pecho sin pasar del escote, mis manos acarician suavemente su cuello y pelo.
Siento que agarra el botón del pantalón y levanta la mirada.
—acordate que nunca va a pasar nada que no quieras—susurra en mis labios.
Lo miro a los ojos, puedo distinguir el deseo en ellos, me muerdo el labio, no quiero que frené, no ahora, aunque los nervios me consumen.
Hace muchos meses que no estoy con alguien, muchos literal, la última persona fue Agustín.
Mateo seguramente es muy activo sexualmente y me siento chiquita y sin experiencia al lado de él, mis inseguridades me producen miedo.
"Y si no le gustó? Si lo hago mal? Si no le soy suficiente?" Más preguntas así pasan por mi mente.
"Déjate llevar y disfrutar" mi subconsciente aparece, suspiro.
—tranquila Luz que se te va a salir el corazón—dice apoyando su mano arriba de mi pecho izquierdo.
—quiero—susurro y se le forma una sonrisa que me remueve todo en mi interior, baja la cabeza para seguir con los besos pero lo frenó—apaga las luces—digo y sonríe.
Se levanta y hace lo que le pido, el lugar quedó oscuro pero no del todo, nos podemos distinguir.
Se acuesta arriba mío entre medio de mis piernas y me vuelve a besar con desesperación.
Siento mi cuerpo temblar por los nervios, me están jugando una mala pasada.
Vuelve a meter sus manos abajo de mi ropa y entre besos me levanta para poder sacar mi suéter junto a la remera y me observa sonriendo, me siento expuesta al quedar en corpiño adelante de él.
Se agacha a besarme nuevamente, ojalá no se de cuenta lo tensa que estoy. Su mano acaricia mi panza y cintura, su tacto frío me da escalofríos pero me gusta tanto.
—estas segura de esto? Estás muy nerviosa—habla separándose por completo.
—si estoy segura—musito y trago saliva—lo que pasa es que..—no se como decirle, me da vergüenza y él sonríe dándome otro beso en los labios.
—hace mucho no estás con alguien?—pregunta y abro los ojos, como se da cuenta?Solo asiento—relajate hermosa que te voy a cuidar, confía—me acaricia la mejilla y deja un beso tierno en mis labios.
Me hace sentir segura, sus palabras y la forma en la que me habla, acaricia y besa me trasmiten seguridad y más ahora que ya le dije lo que me incomodaba.
Me atrevo a bajar mis manos hasta el final de su remera y la subo despacio él levanta los brazos y se la quitó por completo.
Se vuelve a agachar y ataca mi cuello, mis manos acarician cada rincón de su espalda, se siente tan bien.
Pasa su mano por mi espalda y la arqueó un poco para que pueda desabrochar el corpiño que lo hace con rapidez, me lo saca y lo tira al lado de la cama.
Sus manos van a mis pechos y los masajea suavemente mientras me besa con desesperación.
Se siente tan jodidamente bien lo que hace y como lo hace, me lleno de deseo, de placer, de ganas de que me haga lo que quiera.
Mi pulso acelera y suelto un jadeo cuando se mete uno de mis pechos a su boca, con su lengua juega con el pezón y me excita tanto.
Baja dando besos hasta el inicio de mi pantalón y me mira, sonrió y asiento así que desabrocha el jean y lo baja muy despacio.
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Impredecible // Trueno
Teen FictionAlguna vez escucharon la frase "La vida es impredecible", mi vida es un claro ejemplo. Después que me mudé a la capital de Buenos Aires mi vida se basa en momentos tan impredecibles y todos ocasionados por una sola persona, no, no por mí, si no por...