°60°

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Acá sigo caminando de una punta a otra, ya volvieron todos menos Agustín y lo agradezco.

Están todos muy felices y lo entiendo, después de 2 meses tiene una reacción a nosotros.

Jaz me pregunto cómo fue que movió los dedos y al contarle todo me pidió escuchar la canción, nos separamos un poco de los demás y al escucharla empezó a llorar.

Me dijo que es hermosa, que habló con el corazón y que está muy feliz al saber que Liz tiene al lado a una persona que la ama de esa manera, terminamos llorando los dos y abrazandonos.

En esto nos convirtió la pecosa, o por lo menos a mí, me ablando el corazón de una forma hermosa y no me arrepiento de que lo haya hecho, no me da vergüenza llorar o dejar que mis sentimientos salga a la luz, esto soy, un wacho enamorado y feliz.

Pasó dos horas desde que la vi y nadie otra vez nos dice nada.

—cuanto más van a tardar?—pregunta impaciente Jaz

—no se por que encima la sacaron de la habitación por qué iban a hacerle unos estudios—conteste.

—allá vienen—dice el hermano y todos miramos para ese lado.

Venían dos médicos empujando la cama donde estaba Liz y dos aparatos que es donde está conectada por el coma.

Entraron a la habitación donde después de unos 20 minutos más largos de mi vida, salen.

—familia de Leguizamón?—preguntan

—si—contestamos todos

—vengan por acá por favor—dice y nos apunta hacia la derecha.

Nos levantamos todos y los seguimos, al mismo lugar donde nos comunican siempre todo sobre Liz.

Nos acomodamos todos y ellos dos enfrente nuestro.

—bueno hay muchas noticias, la primera es que la señorita Liz despertó—la felicidad que sentí en ese momento no se compara con nada en el mundo, todos nos empezamos a abrazar y a llorar pero de felicidad.

—y como está ella?—pregunta la mamá que se tapaba la boca con la mano reprimiendo una sonrisa.

—nosotros habíamos hablado de las dificultades que se podían presentar ante su regreso—dice el otro médico y nosotros asentimos—bueno, le cuesta hablar, el respirador irritó sus cuerdas vocales, es normal ya que lo tuvo mucho tiempo, lo bueno es que no se le dificulta mucho conectar las palabras, pero se pierde al querer armar una oración—trague saliva sintiendo mi corazón a mil—hay partes que no siente, como las piernas y el brazo derecho que es donde tuvo la fractura—mis ojos se vuelven a llenar de lágrimas.

—pero eso—dice Jaz—no va a caminar?—pregunta, a mi no me salía ni una palabra.

—no lo sabemos, siempre la rehabilitación da buenos resultados pero a largo plazo, estás situaciones no se pueden solucionar de un día para otro, puede recuperar la movilidad por completo o no, eso se va viendo al pasar del tiempo, por eso mismo respondía con la mano izquierda, tiene sensibilidad en esa zona pero también le cuesta accionar, le pedimos que se toque la nariz e hizo varios intentos sin resultados—nos muestra con su mano hacia donde la llevaba ella, se apuntaba el cachete o el ojo o la boca, pero la nariz no.

No sabía que sentir, estaba feliz realmente estaba feliz, pero también me sentía mal por todas las dificultades que surgieron aunque ellos ya nos habían dicho sobre esto, pero como te podés preparar para estas situaciones? Creo que nadie puede.

—también le preguntamos sobre su nombre, respondió bien, sobre si sabe dónde está, respondió que no, cuantos años tiene y respondió 19, sabemos que hoy es su cumpleaños pero es normal que no lo sepa, ella piensa que estamos a fines de marzo de este año—al escuchar eso sentí un dolor en el pecho.

Impredecible // TruenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora