CAPÍTULO 20.

469 28 3
                                    

Rodrigo

- ¿Por qué sale todo el mundo del vestuario?

- Sara está dentro, tiene algo que decirte.

Hugo seguía sosteniendo la puerta mientras todos los chicos salían medio corriendo del vestuario, no sé cómo Sara lo ha conseguido pero tiene todos mis respetos.

Entro cuando el último hombre sale por la puerta, con cuidado de no hacer ruido porque enseguida me doy cuenta que ella no me está mirando a mi.

Sara tiene la vista fija en una figura que se encuentra en un banco del fondo, es él único que no ha salido del vestuario. Esa figura la reconocería hasta mi último día sobre la Tierra, esa figura es Hunter Williams.

- No sé que hago aquí, bueno... bueno si lo sé. Te perseguí desde mi trabajo hasta aquí y aunque grité muchas veces tu nombre haciendo que la gente me mirara de forma extraña al pasar ya que nunca te paraste, hubo un momento en el que pensé en volver a mi casa y echarme en la cama hasta el día siguiente. No sé porque te seguí, solo tenía ganas de hablar contigo y aclararlo todo. Cuando entraste aquí, al principio no me dejaron entrar hasta que supongo que me confundirían con una de las chicas de Hunter y cuando me dijeron quiénes iban a pelear y por qué, no hizo falta más para saber que la chica soy yo. Cuando hablé con Hugo allí arriba me dijo lo que Hunter hacía a sus chicas y yo no quiero acabar como ellas, me jode decirlo pero tenías razón y mi pasado contigo no me dejo ver las cosas con claridad. Supongo que entenderás que él me ayudó cuando me fui y te dejé, porque aunque yo te haya dejado me costó mucho superarte y cuando creí hacerlo te vi en la gala benéfica y mi odio que tenía hacía ti se convirtió en las sensaciones que sentí cuando te conocí por primera vez y me asusté. Luego me llevaste a la carrera y me dejaste con tu amigo contándome sus penas con mi amiga cuando mi cabeza estaba en todo los sentimientos encontrados que había sentido cuando me tocaste en el aparcamiento. Él me ayudo a afrontar todas mis pesadillas y me ayudo a recomponerme cuando más rota me encontraba, me hacía sonreír aunque lo único que quería era llorar...

Se callo de golpe, como si ya hubiera acabado su discurso y esperara una respuesta por parte de la otra persona. 

Pero hay una cosa que no entiendo, esas palabras eran para mí pero ella estaba mirando a Hunter sin quitarle la vista de encima. 

Sara

La figura del fondo del vestuario ni siquiera mueve un músculo, es como si estuviera inmóvil ante mis palabras. 

Aunque creo que me he desviado un poco a la hora de hablar y también he defendido a Hunter espero que Rodrigo este recapacitando y decida acabar con esto. No quiero que nadie acabe herido por mi culpa, por tener los ojos cerrados tanto tiempo. 

- Llamaré a Mario para decir que cancele la pelea.- esa voz es de Hunter, no puede ser que haya hablado con él en vez de con Rodrigo.- Pero Gómez espero que sepas que te has rendido tú, dale las gracias a esta chica por salvarte el culo. 

Rápidamente me giro hacía mi espalda, siguiendo la mirada de Hunter. 

Me encuentro un Rodrigo con un semblante serio, mirando la escena desde fuera. Da un paso hacía delante pero no está mirando a Hunter si no me está mirando. Esa mirada la conozco bien, es una mirada esperando una respuesta para poder acercarse y no sé muy bien por qué pero ahora solo quiero abrazarlo. 

Asiento mientras cambio la mirada de Rodrigo a Hunter que se encuentra a mi derecha, ni siquiera me mira solo mira al suelo. 

- Debería darte vergüenza tratar así a las chicas. No, miento, debería darte vergüenza ser tan hipócrita y poner a parir a Rodrigo cuando tu tratas peor a las chicas. Yo no sufrí por Rodrigo lo que las chicas sufren por tu culpa, ¿crees que eso es manera de tratar a alguien?

- No se lo digas a mis padres.

¿Enserio solo me tienes que decir eso Hunter? Cada palabra que sale de su boca hace que me hierva más rápido la sangre hasta el punto que o suelto todo lo que llevo dentro o reviento.

- ¿El qué de todo? Qué eres un gilipollas que trata a las mujeres como trofeos o como corbatas, que eres un traficante de drogas y no un gran empresario como nos vendes a tu entorno o que eres la persona que mas me ha traicionado en esta vida. 

- ¿Traicionado?

- Eres el único que sabe de mi problema en el pasado y eres el único que estuvo ayudándome hasta el final sin saber exactamente que me pasaba. Sabes que vine a España a empezar de cero, y me encuentro con qué a mi persona de confianza me ha mentido en todo. Nunca me has contado nada de tu vida, ni siquiera te lo he pedido, pero lo poco que has contado me has mentido a lo grande. ¿Piensas que te iba a juzgar por estar en este mundo?- le miro pero sigue mirando al suelo.- La verdad que no, puedo entender que tus padres no lo sepan pero que me hayas mentido cuando te he contado mi secreto más preciado.- me acerco hacía él y toco su be brave del brazo y con mi otra mano acaricio el mío.- Nunca me voy a poder olvidar de todo lo que ha pasado en todo este tiempo, el tatuaje que tengo en las costillas siempre me lo recordará y que puedo contar contigo siempre que necesite distracción o una buena noche con chocolate y alcohol como en los viejos tiempos aunque durante un tiempo no te miraré con los mismos ojos.- su mirada choca con la mía pero no consigo descifrar que me quiere decir con ella.- Quiero que sepas que también me vas a tener para todo, que aunque me hayas mentido tengo la capacidad de perdonar.

Retiro la mano de su tatuaje y decido salir del vestuario sin mirar a ninguno de los dos por el camino, hoy ha sido un día demasiado largo para mi y mis emociones. 

- ¿Dónde vas? ¿Has hablado con él?

- Ellos, he hablado con ellos.

Hugo me mira con los ojos muy abiertos mientras yo me hago camino hacía la salida entre tanta gente. 

- ¡SARA!- es la voz de Rodrigo pero no me detengo.

Sigo caminando hasta estar ya en las escaleras que me va a llevar a la salida de este antro donde no pienso volver nunca más. 

No puede ser que Rodrigo sea el bueno de la película y la persona a la que le di confianza ciega sea el que me ha fallado. Siento decepción hacía él pero no va a cambiar todo lo que ha echo por mi hasta hoy, por todas nuestras noches viendo películas y tirándonos palomitas o por todas las tardes en la cafetería que había debajo de mi precioso apartamento o por todas las tardes que se paso ayudándome a estudiar los finales o opinaba sobre mis trabajos pero nunca voy a olvidar el día del tatuaje y el día de nuestro primer y último beso. 

El aire fresco choca contra mi de golpe, haciendo que mi piel se erice. No sé que hora será pero ya esta oscureciendo y creo que debería irme ya a casa, mañana será otro día y tengo que trabajar. 


Siempre serás tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora