- El caso es que la secretaria que tiene pinta de maja me dio la llave de la oficina de mi jefe y yo entre como Pedro por su casa... claro entró silenciosamente y cuando me gire para irme me choque con él. Me pegue un golpe con la mesa pero no me quede en la mesa si no que me caí al suelo.
- Que bonito.- dice Víctor riéndose.- Seguro que te tendió la mano para levantarte y os disteis un gran beso. Serías la envidia de la oficina y tendrías un horario de puta madre.
- Ya sé porque no ligas.- digo mientras le doy un trago a la cerveza acabándola.
- Cerda, que eres una cerda.- dice pasándome otra cerveza.
La abro con el abridor mientras Víctor se levanta a la cocina, hemos llamado a Gabriela pero sigue trabajando y hasta un par de horas no acaba su turno. Carmen esta ocupada con su madre y Lola, Lola sigue de resaca pero ha accedido a hacernos compañía.
- ¿Y qué te dijo Diego cuándo le has dicho que no vas a volver?- pregunta Víctor trayendo un bol de patatas.
- ¡MIERDA, MIERDA Y MIERDA!
- No me digas que se te ha olvidado.
Asiento esperando que venga un gran grito por su parte, Víctor es como mi agenda personal para estás pequeñas cosas importantes que se me olvidan día a día.
- Llama ya, di que te han llamado ahora.- dice Víctor poniéndome el móvil en la oreja con el número ya marcado.
- ¿Sara? Ya tenías que estar aquí, menos mal que tengo sustituta.
- Diego... me han cogido para el trabajo de arquitecta. Lo lamento... me han llamado hace una hora pero todavía no me he hecho a la idea.
- Me alegro mucho Sara, no te preocupes por nada pero pasa a verme de vez en cuando por favor. Te voy a echar de menos, eras muy buena trabajando.
- Muchas gracias a ti, por acogerme y dejarme a cargo de tu local. Te quiero como a un padre y gracias por todo, me pasaré todas las semanas para ponerle las pilas a tus trabajadores que a veces hace falta.
- Gracias, y te agradecería que me ayudarás con eso Sara.
- Claro Diego.
- Ya sabes que la cafetería la has levantado tú. Me has ayudado a que todas trabajen y rindan y no vayan a dar la lengua.
- Me pasaré como supervisora pero ven conmigo, así aprenderás como hay que ponerle las pilas y conozco a mi sustituta.
- Te dejo, que hoy falta una y me voy a poner un delantal.
- Suerte Diego y ya te veré. Besos y gracias.
- Besos, y gracias guapa.- dice Diego colgando al instante.
Soplo quitándome un peso de encima. Diego ha sido como un padre para mí, pasé por esa cafetería para tomarme un café mientras hablaba con mi madre por teléfono sobre el tema trabajo. Mientras Diego me servía el café, nos escuchó y me dijo que podía empezar a trabajar al día siguiente. Le ayudé a ponerle las pilas a sus trabajadoras que iban a ligar y a cobrar un sueldo sin poner un solo café, ahora es un negocio que la puerta no para de abrirse y cerrarse y me lo agradece siempre que puede.
- Ya está, no tiene más cosas para hoy.- dice Víctor con voz de traductor de Google.
- Sí, apunta mi nuevo horario.- digo sacando la lengua mientras hace gestos de indignación.
- Dígame su horario por favor.- dice con su voz de traductor.
- De lunes a viernes de 9 a 4 de la tarde.

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Siempre serás tu
Fiksi RemajaHan pasado años desde que Sara abandona a Rodrigo en el aeropuerto. Durante esos años Sara ha terminado su carrera de arquitectura en Inglaterra, se mudó a España y ahora vive en una gran casa con vistas al mar que está en una urbanización lujosa y...