CAPÍTULO 47.

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Entro en la oficina con un par de cafés, una para mi y otro para Aaron ya que todavía no entendíamos muy bien la nueva cafetera y teníamos demasiado trabajo. 

- Tu doble expreso con mucha azúcar.- dije mientras le dejaba el café en la mesa. 

Le di un pequeño sorbo, estaba demasiado caliente hasta para mi, y lo deje al lado del de mi jefe que seguía metido en los planos. 

- Necesito más manos y más horas. Parece que nadie avanza con los proyectos pero a mi correo siguen llegando demasiados y si hago informes no puedo trabajar y...

- Tranquilo, para eso estoy yo aquí.- le dije calmándolo, Sandra dijo que llevaba desde las 7 de la mañana en el despacho.- ¿Qué proyectos nuevos tenemos?

Me paso un informe sobre una reforma de un local, mejor dicho mi local favorito de copas de toda la ciudad. 

- ¿Me voy a encargar de este proyecto?- me hacía demasiada ilusión encargarme de ese bar nocturno, es un de los mejores locales de ocio nocturno de la ciudad. 

- Sí y si pudieras sola me harías un favor.- me dijo levantando la mirada del ordenador.- Gracias por el café, te prometo que buscaré la manera de hacer que la nueva cafetera funcione. 

- ¿Ya has hablado con él o...?

- Tienes que llamarle para indicarle que haremos su proyecto que si quiere hacerte alguna aclaración o si quiere reunión para...

- Que me informe de lo que quiere exactamente y de medidas y que me de los planos actuales. 

- Muchas gracias, ya sé porque tienes tantas cartas de recomendación.- alzó las manos al cielo.- Gracias señor por mandarme a este ángel de la guarda. 

Soltamos un par de carcajadas después de su acción y él enseguida volvió a centrar su mirada en el ordenador. 

- ¿Qué tal llevas esa reforma?

- Ya casi tengo los planos terminados, un repaso a lo que llevo echo y ya tengo la idea perfecta para acabarlos hoy mismo mientras agilizo el papeleo del bar. 

- ¿Presupuesto?

- Ya lo tengo echo más o menos, te lo pasaré con los planos para que lo compruebes de todas formas. Creo que hoy lo tendré listo y si tu das el visto bueno por la tarde podré llamarla para concertar una cita.

- Vale, si necesitas encargar algo a Sandra no lo dudes. 

Le sonreí aunque creo que no lo ha visto, recojo mi café y el informe de mi nuevo proyecto y entro en mi oficina. 

Me siento, le doy un trago corto al café y coloco en una esquina la carpeta para centrarme en acabar los planos de la casa. 

Solo me quedaba plasmar la idea en los planos para terminarlos y repasar el presupuesto para que sea el más ajustado posible a la realidad porque siempre salen imprevistos y a veces el precio varia así que en vez de llamarlo coste o factura hablamos de presupuesto. 

Quería terminar este proyecto antes de la hora de comer, había quedado con Lola y Víctor para ir a comer en un restaurante cerca de las oficina, así podría despegar por completo y empezar con el siguiente. Además quería tener la cabeza en la conversación y no en el trabajo. 

No sé cuanto tiempo llevaba delante del ordenador y del plano pero por fin lo había terminado y tan solo me quedaba pasárselo a Aaron para que le diera el visto bueno antes de llamar a la señora para hacer una reunión. 

Me levante y recogí los planos con el presupuesto para acercárselos yo misma a su oficina, seguro que me lo agradecía porque desde que ha vuelto de ese viaje está demasiado saturado con el trabajo. 

Siempre serás tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora